Hubo un momento en mi vida en el que empecé a desinteresarme por la poesía, al pensar que su oscuridad (la oscuridad que yo plasmaba) no podía ser paralela al interés que debía de mostrar, y fue así como empecé a desarrollar una narrativa que yo entendía que tenía que ser cada vez más clara y más diáfana, para que pudiera llegar sin problemas a más lectores. Sin embargo, al terminar de leer "Al otro lado" de Mar Busquets-Mataix, me doy cuenta de que la novela puede convivir al mismo tiempo, en la misma área y sin ningún problema ni adulteración, con la poética más tenue y más perspicaz, sin que ninguna interfiera en la profundidad de la otra.
No voy a hablar de la novela, que me ha parecido extraordinaria, y creo que hay que leerla, sino del hecho de que exista una convivencia tan profunda entre la poesía y la narrativa, algo que yo, a lo largo de los últimos años, he intentado separar, y que, sin embargo, aquí está fusionado de la manera más etérea, más penetrante y más lúcida.
Conocía desde hacía tiempo a Mar, aunque no había leído nada de ella, y ahora creo que he descubierto, no solo a una gran amiga, sino también a una gran autora, a la que felicito, pues no es habitual en la actualidad, entre tantas montañas de libros como existen, encontrar alguno que realmente merezca la pena, y en este, llegar a semejantes cotas de autoridad en la narrativa actual me parece algo más que sublime.
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