Me vas a agradecer esta columna. Ayer fue un lunes didáctico. Me lo he currado, pero mereces el esfuerzo recopilatorio que he hecho acerca de los pies. Ya es hora de darle al pie la importancia que tiene.
Por algo el pie es el miembro más citado por la sabiduría popular y no el pene, como tú pensabas. Para adivinar la potencia sexual de un hombre es más revelador guiarte por el tamaño de sus pies que por la magnitud de su nariz. Lo de la nariz es una fake y una leyenda urbana.
Antes de entrar en materia, una advertencia previa: Todos los aforismos relativos al estudio de los pies tienen connotaciones negativas o admonitorias. Digo yo que será un intento desesperado de apartarte del mal camino. Toma nota. Pies para qué os quiero. Parar los pies. Pensar con los pies. Pies de barro. Poner pie en pared. Salir con los pies por delante. Al pie del cañón. No dar pie con bola. Poner a los pies de los caballos. Sin pies ni cabeza. Empezar con mal pie. Levantarse con el pie izquierdo. Meter la pata. Darse un tiro en el pie. Sacar los pies del tiesto. Al que están ahorcando no le tires de los pies. Mal fario barrer los pies. Buscar tres pies al gato. Andar con pies de plomo. Poner los pies en la tierra. A pie juntillas. Mejor morir de pie que vivir arrodillado (etc) Por todo lo dicho, recuerda que el domingo tienes que votar con la cabeza y no con los pies. No puedes ir a patadas por la vida, tío.
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