Quién sabe si por culpa de las guerras cada vez hay menos amapolas. En una guerra, además, siempre se pierde el norte. No sabemos dónde nos encontramos. Somos la chica que corre desnuda en medio de la carretera después de una bomba de napalm en Vietnam. Son las ganas de sentirnos vivos en medio de la muerte, la destrucción, la barbarie.
Parecen decirnos cada vez: "A ver quién tira la bomba más potente" y "a ver quién es capaz de esbozar una sonrisa". Por eso el circo no teme a estos monstruos. Y si los teme, se enfrenta a ellos como mejor sabe. Con acrobacias, con malabares, con volteretas, con escaladas al cielo a través de una cuerda, con un solo ante el peligro, con imaginación, con arte, con música, aunque solo sea con deseos.
No se puede mirar, pero él lo vio. Lo vio Goya, lo vio Sontag, lo han visto estos intérpretes, autores y directores, Rakel Camacho en su conjunto. María Folguera en su totalidad. Y después, Zenaida Alcalde y su "Extraña devoción". La respuesta a la guerra somos nosotros. Son ellos, es no perderse en el camino más largo, ocultarse entre la hojarasca, es tener el punto de mira en otro sitio en el pelotón de fusilamiento, es abrir los brazos, es verte morir y no querer verlo.
También Herminio Campillo, con "Casi solo". El suelo cruje, la historia se convierte en nombres de ciudades y fechas, en buscarse entre las piedras, en querer subsistir a pesar de estar de muertos.
Por eso no se debe perder la razón, ni el aliento, y que el corazón siga bombeando como si fuera un diálogo permanente, aunque ya nadie escuche.
Hay una distorsión del sonido y de los cuerpos, y "El espantapájaros lo miró con lástima" de Stefano Fabris, escucha, en mi país. nos buscamos para reencontrarnos luego, nos perdemos para saber si importamos, y el mundo no gira alrededor del sol, sino alrededor de una guerra. Siempre alguna guerra. Para que no se nos olvide el miedo, para que no perdamos el tiempo, aunque sí la vida, para recordarnos que el infierno es esto.
"Maravillas o caprichos enfáticos" de Ilaria Senter, una exhibición de lo que está por escribir. Porque, quizás, hay que saber perder. Porque nunca se pierde del todo si queremos llegar a la memoria, a la conciencia, al corazón.
Con Humanidad buscan una imagen que acabe con la guerra. Pero no existe. El poder es el espacio que hay entre tú y yo. Y tu cara es un poema, y tu historia un cuento sin final, y tus amaneceres siempre son inciertos. Y los muertos cuelgan en el aire.
FICHA ARTÍSTICA
HUMANIDAD
Dirección y dramaturgia de cuatro piezas cortas de circo:
- Zenaida Alcalde (Extraña devoción)
- Herminio Campillo (Casi solo)
- Stefano Fabris (El espantapájaros lo miró con lástima)
- Ilaria Senter (Maravillas o caprichos enfáticos)
Dirección escénica de conjunto: Rakel Camacho
Dramaturgia de conjunto: María Folguera
Coreografía: María Cabeza de Vaca
Artistas de circo: Pía Bautista (trapecio), Eyal Bor (malabares), Sofía Cancino (suspensión capilar), Zuska Drobna (malabares), Sirio Fernández (malabares), Riccardo Pedri (cuerda lisa)
Actriz (Susan Sontag): Fernanda Orazi
Actor (Goya): Marcos Pereira
Actriz e Intérprete de signos: Julia Monje
Inspirado en los Desastres de la Guerra de Francisco de Goya y Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag. Dramaturgia de Stefano Fabris inspirada también en la novela Invierno, de Elvira Valgañón.
Espacio: Una producción del Teatro Circo Price