Benzo lleva escribiendo muchos años, pero fue a raíz de su thriller "Nunca fuimos héroes" cuando volvió a la actualidad literaria. "Hacía muchos años que no me presentaba a ningún premio literario, pero el Azorín me atraía especialmente; siempre ha formado parte de mis ambiciones literarias y creía que podía encajar bien en el mismo. Ya me había presentado en otra ocasión y, evidentemente, no gané. Ahora, he saldado una cuenta que tenía conmigo mismo", dice.

En opinión del escritor, "la novela es muy ambiciosa. Es un recorrido por la peripecia vital de los protagonistas de la novela durante todos esos años. Son personas que huyen de su presente y de un futuro que pasa por la delincuencia. Es el retrato de la sociedad española de una época prodigiosa, eran los tiempos de la Movida madrileña. Pero, es sobre todo una novela de acción sobre los grandes traficantes de drogas de esos años y la corrupción que había en distintos ámbitos".

Aunque podríamos inscribir a "Los perseguidos" dentro de la novela negra, Fernando Benzo quiere que el lector tenga más sensaciones. "Combino la acción y el riesgo con pasajes intimistas de los protagonistas. Bailo entre dos aguas. No quería convertirlos en macarras de barrio o narcotraficantes sin más, por eso escribo pasajes de sus historias amorosas y otras más íntimas. Es también una crónica social de esos años y, por supuesto, del Madrid de esos años. En esta novela, la capital está muy presente, más que en ninguna de mis novela", apunta.

"En aquellos años, las drogas estaban en todas partes. La sociedad española ha mejorado mucho desde aquel tiempo. Había una inmensa bolsa de adversidad, de lumpen en ella. No había una estructura social adecuada para ayudar a esas personas. Por eso, era un espacio de oscuridad y que, afortunadamente, se ha ido achicando con el tiempo", expone Fernando Benzo.

"Los perseguidos" se mueve en dos tramas diferenciadas que acaban confluyendo al final. Una está narrada en primera persona por la voz de Peyo y cuenta lo que sucedió en el pasado, desde la adolescencia de los protagonistas: él, Dardo y Zanco, hasta la actualidad cuando están involucrados con el mundo de la drogadicción. La otra trama se desarrolla en el presente y es la periodista Daniela la protagonista principal. Esa parte está narrada en tercera persona y cubre la investigación que está haciendo la reportera sobre ese mundo que capitanea Dardo y su relación con bandas internacionales. "Con la primera persona lo que busco es la cercanía de los personajes y con la tercera se da un ritmo mucho más rápido y no tan reflexivo", apunta el autor.

"Mis personajes no tienen moral"

"Ambas voces dan una buena sensación de conjunto de lo que se vivió en aquellos años. Y se ve la evolución que han tenido los protagonistas. Han vivido cosas muy duras y su desarrollo no ha sido para todos igual. Peyo es mucho más débil que Dardo. El primero se mueve por la lealtad, mientas el segundo es la ambición la que predomina en su carácter. La novela está plagada de traiciones y de huídas, de ahí el título de la novela, huyen porque son perseguidos por la policía, pero realmente, huyen de su destino", explica el escritor madrileño.

"Los perseguidos" tiene unos elementos muy dramáticos, donde se mezcla la acción y la aventura con la emoción y los sentimientos de sus protagonistas. "La trama de la novela se incrusta en muchas cosas reales que sucedieron aquellos años, pero ni mucho menos es autobiográfico. Sí, hay una cierta memoria generacional. Todos hemos conocido casos de corrupción política, los periódicos dedicaban en aquellos años muchas páginas a ello y a la criminalidad que había en las calles. Aquellos navajeros de los barrios de la periferia, como San Blas, campaban a sus anchas por la ciudad cometiendo toda clase de delitos", señala Fernando Benzo.

No se puede nunca generalizar

"Mis personajes no tienen moral; para ellos, todo vale. Es la lucha por la supervivencia y la huida lo que les mueve. Al final, es un juego de traiciones, donde todos se traicionan, incluso a sí mismos. Al final, veremos que ese juego afecta a todos. Hasta ellos mismo sabían que las habría", elucubra el autor de "Los perseguidos"

Para Fernando Benzo, "la policía española es muy buena, de las mejores. Pero en todas las instituciones tienen sus ovejas negras, no se puede generalizar, yo huyo de ellas. Siempre hay un lado oscuro de los poderosos que llega a todas partes: la política, la policía, la judicatura o los medios de comunicación. La censura es una de sus consecuencias. Los tentáculos del poder pueden llegar a todos los sitios. Creo que no hay muchas corrupción en nuestra sociedad, sólo que cuando hay algún caso sonado, lo conocemos todos porque tiene mucha difusión".

Sobre su forma de escribir, asegura que "tengo el comienzo y el final en mi cabeza antes de empezar a escribir, pero en ocasiones algunas escenas o personajes se me van de las manos y crecen. Por ejemplo, el comisario Cardoso no iba a tener la relevancia que pensé en un principio" y concluye "me gusta mezclar géneros en mi novela. No me gusta que me ponga etiquetas, lo que quiero es que cada lector tenga una sensación diferente."

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