Si hay algo que diferencia esta novela son las situaciones dramáticas que narra. Son de una crudeza extraordinaria. "El latido del mar comienza al mismo tiempo que la primera y finaliza un poco después que la segunda", anticipa el autor. "Roger de Flor no salía en ninguna de las dos", puntualiza para no llevarnos a equívocos. También señala que el protagonista era también conocido por Roger von Blume o Roger di Fiore y fue un caballero templario a las órdenes de la corona de Aragón. "Hay un gran cuadro en el Senado español para gloria de Roger de Flor que contiene dos partes muy diferenciadas. En la que sale el templario, los almogávares y los aragoneses es oscura y casi en blanco y negro y la otra mitad donde los protagonistas son los turcos es mucho más brillante, culta y colorida. Dos tipos diferentes de civilización. No debemos olvidar que Atenas fue española durante 67 años. Muy poca gente lo sabe", cuenta con pasión Jorge Molist. Como hemos señalado, Jorge Molist narra con crudeza la infancia y adolescencia de Roger de Flor, pero también la de sus padres. La escena en que muere su padre tiene una tensión dramática inusitada. "En las batallas siempre salen los que ganan, pero ¿qué les ocurre a los que pierden y agonizan en el campo de batalla? De eso se cuenta menos. Yo me he detenido en los derrotados, en su sufrimiento y me he basado en lo que cuenta el cronista Ramón de Muntaner", apunta. El niño Roger se embarca en una galera templaria a los 10 años y allí lleva a cabo los trabajos más penosos y humillantes que uno se pueda imaginar, lo que le hace que tenga una voluntad férrea. "Aquellas galeras eran muy fáciles de hundir y sólo podían salir a navegar en primavera y otoño. Pese a eso, dominaron el Mediterráneo durante 2.000 años", cuenta el autor afincado en Madrid. "La imaginación del lector es inmensa""Mi primer objetivo al escribir una novela es que el relato llegue al lector. Que tenga un estilo muy directo y muy claro. Añado los cuadros de las galeras y los mapas para facilitar el entendimiento de la historia al lector. Para mí, el relato es ante todo", explica Jorge y agrega "gracias la cultura audiovisual que tenemos hoy en día, la imaginación del lector es inmensa. Si consigues describir bien la historia consigues una literatura bellísima. El lector construye todo lo demás". Jorge Molist es muy riguroso con las descripciones. Ahora ya no hace falta describir ciertos paisajes que todos conocemos; por eso, pretende "describir lo que ocurrió en la época y después que el lector me ayude a construir el resto de la novela. Tengo que reconocer una cosa, me suelo fijar en lo menos usual de la historia. Es lo que más me interesa". Hay dos momentos importantes en el libro. "El primero ocurre cuando Roger consigue que le embarquen en la galera. Tiene una vida fastidiada, pero tiene la posibilidad de encontrar esos sueños que tiene: liberar a su madre de la opresión que ejercen sobre ella los poderosos de la ciudad y vengarse de la muerte de su padre. La otra ocurre en el trayecto, conforme va cogiendo conciencia de donde está y cómo está, se va desengañando de ciertos ideales. Le duele el cinismo que tiene su preceptor fray Vasall y el comportamiento de los templarios que más que gente de Dios son agentes de los franceses y del papa. Desde ese momento, el Temple fue un medio para él", explica el autor. Jorge Molist a la luz de los hechos se muestra crítico con el Temple. "Era una multinacional que necesitaba una gestión enorme, sólo para dar de comer a tanta gente necesitaba muchos fondos. Además, les estaba todo permitido, cómo iban a morir a Tierra Santa y se les perdonarían todos sus pecados, hacían todo tipo de trapacerías".
El autor de "El latido del mar" maneja a la perfección la simbiosis entre los personajes históricos y los ficticios. "Los personajes históricos, como hay poca documentación, los he tenido que ir construyendo poco a poco. De los personajes ficticios me quedo con Suria, la guerrera almogávar que ya ha salido en mis otras novelas. Era un tipo de mujer que no se llevaba en la época, pero sí entre estos guerreros. Es el tipo de mujer que da mucha caña. Otra de la que me ha gustado escribir es la prostituta María, que hace de contrapunto a Blanca, la madre de Roger. El abuso de mujeres era típico en la época y pese a ser mujeres fuertes estuvieron sometidas a ciertos hombres, sobre todo Blanca", describe el autor. "La historia está muy bien, pero hay que dar alma a los personajes y consistencia. Cuando escribo no distingo entre personajes reales y ficticios. Para mí, entra dentro del juego literario. En esta ocasión, he planteado diferentes escenas sexuales. Los guerreros obtenían un placer adicional en poseer a las mujeres de los vencidos. Era una humillación para ellas y sus familias. He querido reflejarlo, no me he quedado solo en la parte truculenta de las relaciones de sometimiento", analiza Jorge Molist. La novela, tiene dos tramas, y en ambas ocurren muchas cosas desagradables. Una la que tiene como protagonista a Roger y la otra en la que se cuenta la historia de su hermano y demás familiares. Pero el leit motiv de la novela es la venganza, que se une en las dos tramas. "La justicia sí no la hace ni dios y se tiene que hacer por tu propia mano es venganza. En el corazón de Roger anidaba", expone el autor. "Los templarios fueron la agencia de viajes más importante de su época"Para finalizar, Jorge Molist quiere dejar su impronta. Por ello, asevera que "los templarios fueron la agencia de viaje más importante de su época. Cualquier viajero que quisiese ir a Tierra Santa tenía que contratarlos para viajar seguro. No los robaban porque los templarios tenían acuerdos con todo el mundo, sobre todo con los musulmanes. El negocio de limpiar el alma fue muy floreciente". "Los templarios tenían encomiendas ganaderas, agrícolas y marítimas. Hasta que llegó la época de su decadencia. El estar metidos en política les salió muy caro. Quisieron someter a toda la cristiandad a los franceses. Promovieron la lucha entre cristianos y eso les costó tener muchos enemigos, como la corona de Aragón", cuenta el autor que está empeñado en dar a conocer nuestros grandes momentos históricos. "Se desconocen muchos de ellos y eso es una injusticia", recalca. Puedes comprar el libro en:
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