El valor de una buena edición

Todos los años, cuando llega la Feria del Libro, es su caseta la primera que busco entre el gentío que allí se hacina. Las ilustraciones de sus portadas son características puesto que están diseñadas con una mano que retrata con franqueza el aura de cada obra. Se que dicen las malas lenguas (si son malas, es por algo) que no se ha de juzgar un libro por su portada; no obstante, para mí, es tremendamente importante que a un libro lo preceda una portada bella.

La Historia, hay que cuidarla. Hay obras que pasan a formar parte de la Historia y debemos hacerles los debidos honores. Adornar las “cajas” que las encierran por los siglos de los siglos, que pasarán de mano en mano llevando trozos de nosotros mismos (y de otros) a generaciones venideras. Una edición bien hecha, cuidada, pulida, diseñada con mimo y prudencia es un homenaje a la Obra. Como un hijo, que algunos (no todos, desgraciadamente) se esmeran en cuidar para hacer del mundo un lugar mejor.

Nombres como José Luis Garci, Ernest Hemingway, Federico García Lorca y muchos otros son venerados por ese “escaparate”. Entre aquellas obras que vienen –no puedo evitar estar atenta, para ser la primera en hacerme con ellos–, su edición de la Eneida me tiene esperando en ascuas. Hay que hacer los clásicos entretenidos, para que todo el mundo retorne a ellos. La editorial cuenta con ocho colecciones, que se adaptan a lo que busque el lector: guías, literatura, ensayos, revistas, cómics…

Si hay algo que me gusta de esta editorial en particular es su estética. Su tipografía (esto es una excentricidad, ya lo siento) invita a la lectura. No carga la mirada del lector con renglones aglutinados y palabras empequeñecidas. Todas sus ediciones son elegantes, finas y discretas. No llaman la atención, pero sí retienen la de aquel que se fija en ellas. Creo, sinceramente, que esta característica vale más que nada.

Éstas solo son algunas de las razones por las que me gusta esta Editorial. Quisiera añadir que, a veces, los libros son como las canciones. No sabes qué es exactamente lo que te ata a ellos, ni qué es lo que establece la conexión entre tú y él, ni por qué te llama éste la atención y no otro muy parecido. Libros, canciones, amor… Al final todo en la vida es parecido.

Salvo los libros de Reino de Cordelia, que son los mismos de siempre, vestidos y presentados de forma impecable. Nadie lo sabe hacer igual.