Y uno se va creando manías, paranoias, costumbres, desconfianzas, miedos. Porque la vida es dura, y da muchos palos. Y si te haces mayor empieza a invadirte la ruina, las miserias, las soledades, las tristezas. De tal manera, que una celebración, como la de fin de año, quizás, se convierta en una trampa y no sabes quién llamará a la puerta.
Los ruidos de la estancia, de la casa, por muy conocidos que sean, presagian algo malo. Por mucho que llenemos las copas para brindar, quién sabe lo que deparará el destino.
Fuimos arriesgadas, guapas, decididas, pero el tiempo pasa factura, y estos no son los mejores tiempos que estamos viviendo. Hasta ahora has sido mi amiga, pero ¿y luego? Antes tenía sueños, ahora tengo pesadillas. Vivimos en la incertidumbre, y te puede tocar una mala suerte, aunque no juguemos una sola papeleta.
Esto es lo que nos parece indicar, Claudio Gotbeter con su texto de La Prudencia. Con sarcasmo e ironía, procurando no ser demasiado trágico, en un humor negro de epitafio que busca la sonrisa.
La compañía La Polaca, con María Resano Zuazu, María Rodríguez Pageo, Susana Inés Pérez, dirigidas por Luis Alain Basadre, nos dejan entrar en su casa invitándonos previamente para que no sea una sorpresa para ellas, para que seamos testigos de que la vida son cuatro días. Y la muerte no es que aceche, es que puede estar a la vuelta de la esquina, a la grupa del caballo de madera, detrás de unas pastillas, o en una obsesión convertida en pesadilla.
Dulce y amarga, la vida va rápida y la muerte se presenta lenta, y se nos pueden atragantar las uvas de Nochevieja, o atar una cuerda demasiado tensa, o gastar una broma excesivamente pesada. Hay que tener prudencia. Porque la vida es cuesta arriba. Y la historia se construye con nuestros actos, pero también con nuestros miedos, con nuestros llantos y nuestras risas, con nuestros silencios y nuestras palabras.
Llaman a la puerta, hay una carta sin destinatario ni remitente, ahora resulta que el tiempo aprieta y también ahoga, ¡cómo no tener temor si así es la puñetera vida!
La Polaca afronta este trabajo buscando los matices del texto, sin certezas, porque tampoco las hay en el desarrollo de la trama o en el final, aunque este no tenga remedio. Y mantienen la infalibilidad de quien sabe lo que está haciendo aunque los personajes no lo tengan claro. Eso es lo que produce la inseguridad en lo incierto, la promesa frente a los hechos, la calma en contraste con el riesgo que ellas asumen: La prudencia, sin ir más lejos.
FICHA ARTÍSTICA
Autor : Claudio Gotbeter
Dirección: Luis Alain Basadre
Reparto: Susana Inés Pérez, María Resano Zuazu, María Rodríguez Pageo
Compañía: La Polaca
Espacio: La Sala. Madrid