TANTOS ESCLAVOS, TANTOS ENEMIGOS Una historia imposible que resulta muy creíble

Por Alberto Morate

sábado 18 de febrero de 2023, 20:33h

Dentro de ti subyace un enorme deseo de que las cosas que nos ocultan salgan a la luz y, no solo eso, sino que se castigue a los manipuladores, dirigentes, mediáticos, estafadores, sin escrúpulos, para quedarse con el botín de nuestros impuestos, de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo.

Cansados ya de apuestos maniquíes de traje y corbata que se embolsan, a través de negocios de dudosa gestión, dinero destinado a mejoras en las que solo mejoran ellos, comisiones por mordiscos inmobiliarios, terrenos, negocios, sanidad pública pero privada, residencias, transportes, o cualquier oportunidad para rascar beneficios de trabajadores, esclavos, sumisos contribuyentes.

Tantos esclavos, tantos enemigos y, sin embargo, cómo un solo poderoso, un solo avispado, un solo lince de las finanzas y las inversiones puede llevárselo muerto.

Tantos esclavos, tantos enemigos es la tercera parte de una Trilogía Negra que comenzó con Nada que perder, siguió con Instrucciones para caminar sobre el alambre. Todos estos montajes vienen firmados por QY Bazo, Juanma Romero y Javier G. Yagüe y dirigidos por este último, Javier García Yagüe.

Trepidante en su acción, mezclando teatro documento con ficción y realidad o con imaginación y actualidad, simplifican lo complicado y nos cuentan lo que oímos cada día en los telediarios, pero con mucho más humor, con más desparpajo, con teatralidad y efectos artísticos, entre músicas, atrezo, lenguaje cinematográfico, recursos interpretativos, cercanía donde el teatro se convierte en la mentira más cercana a la realidad que estamos viviendo.

Salvador Bosch, Marina Herranz, Rosa Manteiga, Javier Pérez-Acebrón, Guillermo Sanjuan salen y entran de sus personajes sin darse un minuto de tregua, medidos, exactos, en cambios de registro que aceptamos de buen grado.

A través de una historia imposible que resulta muy creíble, dándonos a conocer lo que para algunos es normal, pero para otros, nosotros, la mayoría, el pueblo llano, se nos escapa, entre términos desconocidos, desfalcos, amenazas, intereses, escabrosos negocios, donde unos engañan a otros, otros a aquellos, y todos a los que habitualmente pagamos.

Sí, hay corrupción, en la gestión de la pandemia, en la gestión de las residencias, en los planes de las ciudades del futuro, en los negocios sucios de sociedades fantasmas, porque lo que quieren ellos no es lo que tú puedes ofrecerles, siempre querrán más. El ideal es la cartera llena, para unos cuantos. Cuantos más esclavos, más enemigos, pero parece que a ellos les da igual, tan solo pondrán mala cara cuando sean descubiertos y, aún así, intentarán disimularlo. Y manipularlo.

No busquen similitudes en esta obra con la realidad, porque es tal cual nos la presentan, es decir, sin pelos en la lengua, nos contarán lo que, lamentablemente, está pasando.

Además, ya saben, los esclavos no tiene emociones, según ellos, pero ya va siendo hora de denunciarlos. Que muchas veces al enemigo lo tenemos justo al lado.