Así que, por fin, una edición decente del libro. “He introducido todos los mapas a sangre (ocupa toda la mancha de la página) y he corregido todos los datos que estaban desactualizados. He convertido todas las distancias a kilómetros, menos las millas náuticas, para favorecer la comprensión del texto. Al lector le tienes que dar todo resuelto, por respeto a él. Creo que el libro sigue estando muy vigente. Sir Basil fue el gran teórico de la guerra acorazada y de la aviación”, señala con rotundidad. Sir Basil Liddell Hart participó en la Gran Guerra donde sufrió heridas de consideración, al dejar el ejército en activo se convirtió en el gran teórico de la guerra. “En muy pocas ocasiones un teórico hace una historia de las guerras. Es tanta su experiencia que si los ingleses le hubiesen hecho más caso, se habrían ahorrado tantas derrotas al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (SGM)”, sentencia Ricardo Artola que es un gran especialista en ambas guerras mundiales. “Al terminar la SGM, se entrevistó con muchos generales alemanes para conocer sus tácticas, eso le dio una visión privilegiada de la guerra y lo que le contaron lo publicó en el libro El otro lado de la colina. Se puede decir que fue el gran ideólogo de la SGM. Lo que sale de su pluma es lo más importante que se ha escrito sobre esa guerra. Y eso, contando que no ascendió más que a capitán por sus heridas. Él era el capitán que enseñaba a los generales”, explica el traductor y editor. En opinión de Artola, “se puede afirmar que Sir Basil fue el creador de la doctrina dominante en la SGM” y continua diciendo “es un gran descriptor de las operaciones militares. Él sabe volcarse en la historia, Cuenta de manera portentosa las grandes operaciones de la SGM, primero lo que se pretendía y después los hechos; además, señala todos los errores que se cometieron”. “El petróleo es la sangre de la guerra moderna”Durante el conflicto mundial, se cometieron muchos errores, pero quizá el más grande fue la invasión de Rusia por parte de los alemanes. “Hubo una falta de previsión tremenda. El III Reich era una chapuza absoluta. Albert Speer, ministro de Armamento y Producción de Guerra, cuenta en sus memorias que quiso poner algo de orden y racionalizar los medios y los esfuerzos, pero Hermann Göring que era un total incompetente le ponía muchas trabas. De ahí que se lanzasen los alemanes a la conquista de Rusia sin una previsión de abastecimientos, material y suministro de gasolina. El petróleo es la sangre de la guerra moderna”, analiza con precisión el editor. No entendían lo que era la economía de recursos. Fue un derroche espeluznante el que hicieron y eso que el pico de mayor producción armamentística alemana tuvo lugar durante 1944.
Para Ricardo Artola, “Sir Basil Liddell Hart te hace vivir la guerra, como si estuvieras allí mismo. Es verdad, que para leer libros sobre la SGM te tiene que gustar, pero lo que el consigue es hacerte vibrar con sus descripciones, además da pinceladas sobre la economía que hace que tengamos una visión diferente”. “El punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar en el verano de 1943. Fue en la batalla de Kursk, la batalla más grande entre carros de combate de la historia moderna, donde cambio el signo de la guerra, desde ese momento los alemanes se batirán en retirada y el avance de los aliados será implacable”, apunta el editor. Para él, la guerra del Pacífico no fue tan decisiva como la que se libró en Europa. A la hora de escoger los generales mejores de la SGM, Artola se decanta por el coronel general Heinz Guderian que mandó las divisiones Panzer. “Fue un adelantado a su época, también fue un magnífico estratega Albert Kesselring y, por supuesto, Rommel. Por el mando aliado, destacaría al general Patton y Zhukov. Con los ingleses soy muy crítico, Montgomery fue un fiasco total. Los ingleses no destacaron en casi ningún campo, siempre retrocedieron hasta que entraron en la guerra los americanos”, concluye Ricardo Artola. Puedes comprar el libro en:
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