- Vani, ¿tú crees en el ser humano?
- Cada vez me cuesta más en ese mundo imperfecto donde todo se compra y se vende. Pero hay que tener dinero tía, si no, vas de culo y contra el viento a toda vela.
- ¿De verdad crees que todos tenemos un precio?
- ¡Alma de cántaro! ¡Hasta tú que te las das de digna y puritana! ¿No crees?
- Me desilusiona profundamente pensar que tal vez si…, pero creo que yo no me vendería por dinero, a no ser que integrara en mi yo más profundo eso de que hago lo correcto porque no tenía más remedio, y si no…
- ¡No te jode Puri! ¡porque tienes el piso pagado! Pero cuantas criaturas están en esta tesitura de encontrar un techo… ¡venderían el alma al diablo por conseguirlo, jeta!
- No me jodas Vani, que la dignidad no tiene precio.
- Creía que eras un poco tontailusa, pero ahora me corroboras que eres también gilipollas.
- No te pases Vani, que el día que deje de creer en eso de que todos tenemos un lado bueno y que los errores que cometemos son porque no había otro remedio, me hago el seppuku, porque entonces no merecerá la pena compartir la existencia con nadie en este mundo hostil donde no queden valores, ni creencias… ni dignidad.
- Pues ya puedes ir comprando un tanto o una katana, la afilada espada samurái, si además quieres partir algún otro cuerpo, porque no conozco a nadie recto. Y no pienso seguirte con el oibara o tsuifuku, porque mayormente soy tu amiga, no tu servidora.
- No me soliviantes que de los melindrosos no se ha escrito nada y yo estoy muy decidida.
- Me parto el culo tía, nadie merece un mal trago, y menos un sacrificio tan sacrificado. ¡Que nos quedan dos telediarios para pasar el día sufriendo!
- ¿De verdad crees que el dinero mueve el mundo?
- Estoy living con tu amiga, tía Vani, que mis colegas pensarían que es una pureta negativa sin más. ¡Lo que mueve el mundo es el amor! Que no os enteráis de nada con el paso de los lustros. El amor y el desamor son la causa de todos los males, que me lo digan a mí que flipo por los huesitos de Tilín, que es más guapo que un rayo de sol en primavera cuando se cuela por las ventanas del insti… !mi pareja goals! que me mira y se me rilan las piernas sin necesidad de probar un canuto tumbados en la hierba y ponernos jai. ¡Eso sí mueve el mundo y hace que me sienta super happy! ¡Y creo que me hago un next, porque ese rollo no me mola!
- Vani, por la boca de tu sobrina Aitana se desborda la adolescencia exaltada que todo lo idealiza. Los jóvenes son mayormente pasión y aun no se han enfrentado a las dificultades que tienen los adultos, que a lo largo de la vida arrastran penas, mentiras, pérdidas, culpa, sueños, necesidad de cubrir las necesidades básicas de todo humano… llegan al último pico de la pirámide de Maslow, la autorrealización, sin haber pasado siquiera por cubrir las fisiológicas, porque lo hacen sus progenitores. ¿Dónde está la motivación de estas criaturas que lo único que quieren es un móvil a la última?
- Dramas mucho tía, no me rayes, que soy joven, pero tengo ambiciones y veo que tú, más que yo, necesitas un lugar en el que volcar tus fantasías y no te has enterado de que lo mejor de la vida nos lo dan gratis, ¡sin parné, Puri! Ver las estrellas o caminar por la montaña, beber un cubata, charlar con los colegas, leer un libro de aventuras, salir de marcha, hacer las cosas que haces cuando estás feliz, incluso si ahora mismo no lo eres, escuchar canciones tristes…
- Tiene razón la niña Puri. El dinero por sí mismo no te convierte en una persona feliz. La felicidad está en tu interior. El dinero SÍ es importante, porque te facilita la vida, aunque no te la solucione; yo prefiero quedarme con lo que dicen los entendidos de que El amor siempre suma y, a veces, multiplica. El amor es sano y saludable y no entiende de sufrimiento, de dolor ni de sacrificio, pero sí de esfuerzo, de constancia, de respeto, de compromiso y dedicación, y hay que cuidarlo con mimo y ternura. Pero no soy lerda, el dinero aporta felicidad por ser un seguro de tranquilidad para pagar la hipoteca, el viaje a Santo Domingo, llenar la nevera, comprarte unos zapatos o salir de cenita. Me relajo cuando me ingresan la paga, como todo hijo de vecino, y se me quita la ansiedad que producen los problemas económicos. ¡Lo que mueve el mundo es el amor y la pasión! Y no tiene que estar por encima de tus valores ni de tus principios. ¡No seas tan literal Puri!
- Entonces decidme, ¿por qué se abandonan los sueños? ¿Qué prioridades hacen que nos importe más la comodidad que lo que siempre hemos perseguido? En el poker, hay que jugar siempre la mano que te toca… ¿y en la vida? ¿Qué mano jugamos si la mayoría hacemos trampas? El dinero mueve el mundo, porque va asociado al poder, aunque sea una proyección de nuestras propias limitaciones. Los poderosos no siempre buscan el equilibrio entre dos fuerzas, buscan la sumisión de los que quieren medrar cerca de ellos y obtener algo de lo que ellos tienen. John Forbes Nash, matemático conocido por haber recibido el Premio Nobel de economía en 1994 -la película “Una mente maravillosa” relata parte de su vida-, recibió este prestigioso premio por su análisis sobre el equilibrio en la Teoría de Juegos en el que, de forma resumida, postula que el resultado obtenido en cualquier operación es mejor si los individuos implicados buscan un beneficio común, en el que todos ganen. ¿Dónde encontráis ahora ese equilibrio de fuerzas? Los que tienen mucho quieren tener más y el poder corrompe a todo el que lo toca. Es insaciable, anula, prostituye. Pero hay algo muy importante que solemos olvidar: todos tenemos libertad para elegir, incluso en las situaciones más adversas. Acordaros de Viktor Frankl, el neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco, fundador de la logoterapia y del análisis existencial, que sobrevivió, desde 1942 hasta 1945, en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau, autor del libro “El hombre en busca de sentido”. Afirma que “Todo le puede ser arrebatado a una persona, excepto una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de cómo se enfrenta uno a las circunstancias que le son dadas, la elección del propio camino” y que “el amor no es ningún “mérito”, sino sencillamente una “gracia”.
- Joder Puri, ya estás trascendente y no me entero. ¿Qué mueve el mundo entonces, el amor o el dinero?
- Tu amiga sigue a machete con el tema, ¡yolo (you only live once, traduzco)!, me tiene flipada, LOL (lots of laughs, o me parto el culo, traduzco). Definitivamente me hago un next y que os den, porque si el dinero mueve el mundo, que lo paren, que me quiero bajar.
- ¡Ahí me has dao Aitana! ¡Ahí me has dao!
- Cien por cien Puri, cien por cien…