Alma Maximiliana Karlin, escritora eslovena políglota, y viajera empedernida durante la primera mitad del siglo XX

Alma Ida Wilibalda Maximiliana Karlin nació en 1889 y murió en 1950 en Eslovenia.

De origen burgués, padece diferentes enfermedades -parálisis en las piernas, trastornos mentales- al nacer que van a marcar su infancia y su educación posterior.

A los nueve años comienza a escribir poesía. Para mitigar el dolor físico, se afana en estudiar idiomas y llegó a dominar el francés, inglés, alemán, noruego, sueco, ruso, italiano, danés, español, sánscrito, chino y hebreo. Todos los días aprendía un poema en dichas lenguas.

De carácter perturbado y convulso, repite ideas de suicidio durante sus numerosas crisis, mediatizada por una madre elitista que nunca reconoció sus éxitos profesionales. Vida dura y esforzada, pasaba hambre y no dejaba de trabajar. Estalla la Primera Guerra Mundial y decide trasladarse a Noruega a vivir con los sami y allí percibe el auténtico sentido de su vida: viajar para escribir. Experta en pintura, geografía, historia, ciencias naturales, botánica, mitología, filosofía… durante ocho años recorre muchos países, en un momento complicado para viajeras como ella con dificultades para trabajar y cruzar fronteras: poco dinero, una trotamundos, blanca y sola llegó a Perú. Aventurera intrépida, se mezclaba con la población y compartía costumbres, ritos y tradiciones. De América Latina a Estados Unidos, Japón, Corea y Taiwán, Australia, India…: una tortuosa y atractiva travesía.

Muy preocupada por el sistema escolar de su país, así como por la posición social que ocupaban las mujeres en décadas clave del pasado siglo; se hizo eco de estos temas como articulista sin percibir remuneración económica; impartía conferencias muy famosas entre un público mayoritariamente popular que llenaba universidades europeas y distintas asociaciones de mujeres. Todo este trasiego infatigable lo combinaba publicando novelas de contenido íntimo: personajes atormentados sobreviviendo en un mundo caótico. Trabó amistad con la nobel de Literatura Selma Lagerlöf, admiradora del trabajo de Alma. Publicó 22 libros alrededor de 1937. La Gestapo la persigue por ayudar a un periodista sospechoso de atentar contra Hitler; avatares y sobresaltos que la llevaron al campo de concentración de Dachau, a la vez que se prohíben sus títulos en Alemania. Desprovista de sus posesiones, las órdenes eran de muerte inmediata; consigue escapar y desde Dalmacia redacta cartas a Winston Churchill sobre la resistencia a los nazis. Enferma y sin recursos pasa sus últimos días en su localidad natal donde muere de cáncer.

Su prolífica obra es recordada por el contenido matérico tan visionario y actual: el poder sanitizador de la naturaleza, la importancia de conocer y compartir culturas diversas, la necesidad de estudiar idiomas…

Una ingente cantidad de manuscritos permanecen a disposición de los visitantes en la Biblioteca Nacional y Universitaria de Eslovenia en Liubliana.

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9781231386682