Han pasado muchos años ya, nada menos que 87, y seguimos sin poder llorar sobre sus tumbas, porque no las tienen.
No se hablaba en casa de eso. Solo se veía la actitud taciturna de mi padre o de mi madre, pero nunca contaron la amarga y triste historia de mi abuelo. Pero el recuerdo está ahí, en medio del olvido.
Es cierto que es una historia más de los desastres de una guerra, de los desmanes cometidos en una funesta contienda que nunca debiera haberse producido. Pero sí, hay que contarla. No hay que dejar de contarla, en novelas, en películas, en teatro, en poemas. Porque será la única forma de que no se repita.
No me vengan con “otro argumento sobre la guerra civil española”, porque nunca será suficiente. Como las de las demás guerras, como las del holocausto, como las de Ucrania, o Irán, o Afganistán o Siria. ¿Es que no nos cansamos de dar palos, de matar y morir, de odiarnos?
Señor B. Algunos desastres de una guerra que es igual a otras guerras, aunque cada guerra es única y terrible. Pero el montaje, la puesta en escena no es igual. Aquí están los personajes y entran y salen de su esencia, y saben que hacen teatro, y evocan e invocan a sus ancestros, a sus antepasados familiares, a sus recuerdos de cartas y cartillas, de documentos de defunción, de partes acusadores, de silencios de lo que pasó porque nadie los cuenta.
Juanma Díez Diego, entre un montón de papeles y recuerdos y nostalgias, lanza al aire cientos de folios de esa historia propia que es la de todos. Son palabras y diálogos que primero han estado en el aire y caerán posteriormente al suelo para esparcirse como fusilados en una tapia del cementerio.
Cualquier tiempo pasado fue peor, sobre todo si hablamos de ese periodo donde perdimos a Lorca, a Dióscoro Galindo, a Francisco Galadí, a Joaquín Arcollas, al sr. B., y a tantos y tantos, que intimida tener conciencia de ello.
Jorge Sánchez dirige a Juanma Díez, autor e intérprete, junto a Borja Cortés, Mabel del Pozo y Lolo Diego, con la poética de una memoria vacía que hay que llenar, con más ternura que dolor, entre fogonazos que nos ponen los pelos de punta.
No sabremos la identidad de decenas de miles de paisanos que solo tuvieron la culpa de estar en un tiempo aciago. Pero ahí están sus nietos y nietas, sus hijos callaron durante demasiado tiempo. Por eso es difícil saber cuándo es el personaje o el actor, cuándo es el ahora, cuándo fue el antes, cuándo son solo envejecidos fantasmas que esperan no desaparecer nunca.
Ya los lamentos no valen, pero que valga la memoria histórica.
FICHA TÉCNICA
Autoría: Juanma Díez Diego
Dirección: Jorge Sánchez
Elenco: Borja Cortés, Mabel del Pozo, Lolo Diego y Juanma Díez Diego
Textos a partir de los escritos de E.B.
Espacio: Teatro del Barrio
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