“Relatos macabros y otros más gratos”, publicados por la editorial ExLibric, es una recopilación de historias, que van desde los relatos de misterio, hasta otros mucho más terroríficos. Desde algunos increíblemente humanos, hasta otros más entrañables o conmovedores; incluso alguno lleno de magia o futurista. Son quince historia que llegan a la piel del lector y las traspasan para hacerle sentir todo tipo de emociones y sensaciones. En la entrevista, el autor nos da algunas claves de sus relatos. “Relatos macabros y otras historias” suponen un giro completo en relación a las novelas publicadas anteriormente ¿por qué ha elegido este género literario? En primer lugar, muchas gracias a Javier Velasco y a todos aquellos que interesándose por la literatura y que tienen a bien concederme algo de su tiempo, para permitir que les dé a conocer mi obra y algunas apreciaciones sobre mi forma de hacer. Sí, es cierto que en alguna medida he cambiado el género literario, aun publicando en esta obra también algún relato costumbrista, como son mis dos anteriores novelas. Esto obedece a mi inquietud por explorar, otros géneros, otras formas de expresión literaria. ¿Resulta más complicado para el escritor escribir un relato corto que una novela? No, en absoluto, solo son dos formas de redacción, diferentes en su extensión. En la novela propiamente dicha, la redacción es larga y extensa en la historia, los detalles, etc. que se narran, mientras en el relato es más concreta y concisa, de alguna forma buscando más la esencia propia de la historia. Alterna relatos de terror con otros más humanos y entrañables, ¿no quiere que el lector se asuste mucho o la situación que estamos viviendo ya le asusta demasiado? En este sentido, no me planteo la situación actual, si no todos los relatos deberían ser al menos muy inquietantes. Ni pretendo asustar al lector. Lo que sí pretendo, es hacer pasar al lector, por diferentes sensaciones y que con ello pueda experimentar diferentes tipos de sentimientos. Hacer que florezca en él una sensibilidad ante diferentes tipos de situaciones. Utiliza, en la mayoría de los quince cuentos que componen el libro, la primera persona, ¿es más fácil llegar al corazón del lector cuando el protagonista se desnuda? Como se podrá comprobar por mis anteriores obras, siempre que es posible, utilizo al personaje en primera persona, y basándome en sus diálogos; de forma que sea él, el que se dirija al lector. Interactuando e implicando al lector en la trama. Mi única función como narrador, siempre que es posible, es servir de enlace entre unas situaciones y otras. Me parece más cercano, un personaje desnudo ante el lector, que mi “interferencia” como narrador. ¿Saber si Yo… soy yo es tan complicado que necesita de cuatro relatos, o uno se quedaba corto para trasladar al lector lo que quería explicar? ¿Yo… soy yo? Es por decirlo de alguna manera, un relato diferente, es más… Podría decir, que prácticamente es una novela corta. De ahí su extensión, y su fraccionamiento en cuatro partes. Este relato es completamente atípico para esta obra. Puesto que más podría parecer un relato de aventuras, dentro de un marco futurista. Quería decir también sobre ello, que está inspirado en las obras de Orwell y Huxley, y de manera humilde pretende ser un pequeño homenaje. Así como el relato: Un ser diferente, pretende ser un homenaje a Kafka. ¿Cuánto hay de Fernando Alés en los personajes que conforman su obra? Debo decir con toda humildad, que no me represento en ninguno de mis personajes. Salvo algún pequeño detalle que pueda aflorar en algún momento puntual, intento que mis personajes no tengan referencias reales, o bueno, sí... Quizás en todos nosotros, en cada uno que va por la calle, o que hemos conocido alguna vez. Son personajes, que no tienen que ver con nosotros y sin embargo, en algún momento podemos sentirnos identificados con alguno de ellos. ¿Cómo surge el libro? Esta es una obra que surge de forma espontánea, sin pretensión de publicarla. Se va perfilando, entre una novela y otra, en periodos de sequía literaria, o cuando necesito hacer un receso, en la obra que esté escribiendo en ese momento. Es por decirlo así, una obra hecha en los paréntesis de otros trabajos. “Me gusta que el lector se involucre, o bien con cada personaje o con la historia en su conjunto”Intenta que el lector se involucre con cada personaje, ¿le parece fácil desengancharse de uno para implicarse con otro? Por supuesto, siempre pretendo que el lector se involucre, o bien con cada personaje o con la historia en su conjunto. No es necesario, al menos en mi caso desengancharme de un personaje, puesto que no me engancho a ellos. Simplemente le presento ante el lector, y dejo que sea él, el que desarrolle la situación interactuando con otros personajes. De ahí que resulte tan visual, por su propia independencia de mí, como autor. ¿Por qué el título? ¿No teme que eso de macabro sea un rechazo para ciertos lectores? El título, creo que se ajusta muy bien al contenido de la obra. Puesto si bien hay relatos que resultan macabros, también hay otros que resultan más gratos. No creo que nadie rechace la obra por el título. De hecho, el lector que quiere leer Drácula, o Frankenstein, no rechazan el título, sino todo lo contrario. Con el añadido de que también pueden relajarse entre un relato macabro y otro, con historias más humanas. Entrañables o conmovedoras. ¿A qué tipo de lector va dirigido? Va dirigido a todo tipo de público que le guste tener sensaciones cuando abre un libro, sin ninguna limitación de edad, o género. ¿Cómo ha elegido el orden de los capítulos? Pues como dirían los créditos de una película: Por orden de aparición. Me explico: están ordenados, de la misma forma que fueron escritos; es decir, por fecha de creación. No he querido ordenarlos de forma que pasáramos gradualmente de unos de terror hasta los últimos, más conmovedores y humanos. O viceversa.
Los hombres toman el protagonismo en Relatos Macabros y las mujeres acompañan. ¿No le gusta el empoderamiento exagerado de la mujer en estos tiempos? Este es un tema muy controvertido y muy de moda, donde si entras en el juego, te puedes quedar encasillado. Como dije una vez en mi primera obra: No es una historia de hombres o de mujeres, es una historia de personas. En mis dos primeras obras, la mujer tomaba el protagonismo porque la historia lo requería. En esta obra toma protagonismo el personaje que desarrolla la historia. De hecho hay tres relatos, en que la protagonista principal y única es una mujer. Por supuesto que estoy a favor del empoderamiento de las personas, en todos los sentidos y por supuesto que me gusta que las mujeres se empoderen, y los pobres, y los trabajadores, y los desfavorecidos. Todas las personas. El problema de esta sociedad, son los clichés que creamos. ¿Seguirá escribiendo relatos cortos o Fernando Alés volverá a la novela? Pues depende un poco de la inspiración de cada momento. De hecho estoy escribiendo mi tercera novela. Y al margen de ello, tengo terminado otro relato, que en su momento pasará a formar parte de una nueva antología de relatos. ¿Tiene algún relato favorito de esta colección? Tengo varios, cada cual por distinto motivo. Podría decir que; ¿Yo... soy yo? Me gusta por su visión apocalíptica y su forma de encontrar soluciones cuando todo parece perdido. Susy y Rufo, me gusta porque dentro de un ambiente depresivo y decadente, todavía que espacio para la comprensión y el cariño. Y quizás la que más me guste sea: El sueño, porque da una visión de una sociedad, llena de tedio y de rutina, donde el individuo no cuenta, y donde el protagonista encuentra una salida a su mediocre y hastiada vida. Pero solo es mi valoración personal, leyendo la obra cada lector encontrara la historia que más le guste o más le identifique. ¿En qué está trabajando actualmente? ¿Cuáles son sus proyectos? Pues como he dicho antes, estoy dando forma a una nueva novela. En mi afán de experimentar con los géneros, estoy escribiendo una obra que bien se podría encuadrar dentro del sainete novelado. Trata sobre los preparativos para enterrar al ilustre de un pueblo imaginario, donde suceden todo tipo de situaciones, humorísticas, cómicas y hasta esperpénticas. Una obra entre la entrañable serie de televisión: Crónicas de un pueblo, y la magistral obra de Berlanga: La escopeta nacional. Amén de seguir promocionando mis obras anteriores, mediante presentaciones, radio, televisión o el medio que se interese. Puedes comprar el libro en:
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