¿Quiénes no quieren ser en algún momento de su vida Cabezas de cartel? Pero para eso hay que trabajar duro y, aún así, son más las veces que uno se da de bruces contra el espejo. Lo que está claro es que no hay que dormirse en los laureles, si queremos salir de la miseria. Y nos agarramos a un objeto fetiche, a un trapo cualquiera, a una llamada de teléfono que no llega, a una cabeza de equino donde escondernos del silencio y del desprecio de los otros.
Pero hay que luchar, hay que creer en uno mismo, hay que forjarse un imperio personal y que los demás se den cuentan. Solo así se irá perfilando el objetivo, solo así saldrá adelante esa obra de teatro, esa criatura que, pensamos, nos deparará alegrías infinitas.
De eso y muchas cosas más trata esta estupenda puesta en escena escrita e interpretada por Celia Nadal y Javier Manzanera. Teatro dentro del teatro, ingenio, drama y comedia. Y los actores, que se complementan a la perfección. Que son tan reales como la vida misma, que se nos hacen cercanos y humanos, con sus debilidades y sus dudas, con sus deseos de triunfar, con su pasión, porque sin ella, posiblemente, ya habrían tirado la toalla a la primera.
Luis Felpeto lo dirige y no les da tregua. Así debe ser, no cejar en el empeño, sudar la camiseta, sufrir, amarrarse a un sueño, por más que se llene de obstáculos el proyecto. Queremos ser Cabezas de cartel de nosotros mismos, no perder la esperanza, sentir palpitar el corazón, por más que vengan pandemias y confinamientos, otros artistas de relumbrón, el innombrable productor que solo verá negocio. Al final, lo que cuenta, es el público, a ellos es a los que hay que encandilar, conocerlos, ser como ellos, porque también somos trabajadores, aunque algunos hablando de cultura, no lo crean.
Cabezas de cartel es una obra magnífica, maravillosamente interpretada, que no deja flecos, por más que parezca que improvisan, con un tempo bien medido, humana, terriblemente humana, dolorosa y sentida, con espinas y con risas, que pareciera que se va escribiendo al tiempo que la interpretan.
Hay que estar a la altura, siempre hay que estar al acecho, porque lo que cuenta, en definitiva, es el trabajo bien hecho, la creatividad, el camino que nos lleva a hacer lo que nos emociona, y que nuestra sangre siga corriendo por las venas.
FICHA TÉCNICA
TEXTO: Javier Manzanera y Celia Nadal
DIRECCIÓN: Luis Felpeto
INTERPRETACIÓN: Celia Nadal y Javier Manzanera
MÚSICA ORIGINAL: Santi Martín
Espacio escénico: Teatro Infanta Isabel, los miércoles a las 21:30