Dicha perla documental es una carta de promesa de matrimonio, del 11 de abril de 1500 en Sevilla, sobre la cuantía de la dote y arras y plazo de pago antes de la unión conyugal, difundida por la excelente Revista de «Patrimonio»: Economía cultural y educación para la paz (MEC-EDUPAZ), publicación científica y multidisciplinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, con cuya editora en jefe, profesora Graciela Aurora Mota Botello, todos los cervantistas quedan en la impagable deuda de gratitud por su apoyo, eficiencia y generosidad en materia biográfica sobre el glorioso Manco.
A la vez aprovecho la oportunidad para expresar mi agradecimiento a los magníficos periodistas: Luis R. Gordillo, editor-director de la sección Arte de «Diario de Chiapas», Antonio Sánchez González, editor-director de «Galatea» de la Sociedad Cervantina de Esquivias, y Javier Velasco Oliaga, editor-director de «Todo Literatura», por su ejemplar y excelente divulgación del legado cervantino.
También es de suma importancia recalcar que la documentación sobre Juan y Leonor, hasta el presente, no evidencia cuándo, cómo y en qué circunstancias se conocieron los abuelos paternos del héroe de Argel, empero el testimonio localizado por el profesor Juan Carlos Álvarez Millán, y transcrito por el historiador Alfonso Dávila Oliveda, destapa por primera vez el nombre de la bisabuela paterna del autor de «La Galatea» (1585) que era Mariana Galindes.
De la misma forma conviene hacer hincapié en que por primera vez conocemos a los intitulantes de Leonor, doncella de los condes de Ayamonte, Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán (1460-1525), y su esposa doña Leonor Manrique de Lara y Castro (ca. 1460-ca. 1532), hija del I duque de Nájera, II conde de Trevino y X señor de Amusco, Pedro Manrique de Lara y Sandoval, (1443-1515), «el Fuerte», quienes concertaron jurídicamente el casamiento.
De acuerdo con la información elaborada en el dato se expone la situación económica de Rodrigo de Cervantes, bisabuelo paterno del comisario real de «Friedensfürst» (1527-1598), que según el descubridor Álvarez Millán fue de un nivel elevado conforme al siguiente fragmento del documento que reza que «la cifra es de 300.000 maravedíes y en la carta de promesa de matrimonio se adelantan 100.000 maravedíes en bienes semovientes, concretamente 100 cabezas de vacas y 500 de ovejas, comprometiéndose con el resto hasta los 200.000 maravedíes en la entrega de tierras de olivos y vides en Ayamonte» (J. C. Álvarez Millán, «Posible documento…», p. 239).
A continuación huelga subrayar que nuestro erudito Álvarez Millán declara que «la existencia de posesiones agrícolas de los bisabuelos de Miguel de Cervantes en la hoy llamada Comarca del Condado de Huelva (Escacena y Paterna) fue de suficiente entidad para alcanzar la nada despreciable cantidad de 200.000 mrs. Lo cual desprende un posicionamiento social elevado de la familia Cervantes (J. C. Álvarez Millán, «Posible documento…», p. 247). En este aspecto se trata de los municipios onubenses: Escacena del Campo y Paterna del Campo.
Habiendo dicho esto, es importante señalar al lector que hace poco puse en letras de molde los artículos sobre los nuevos documentos inéditos de los beneméritos historiadores Antonio Bonilla, Pelayo Castillo Palacios y Manuel Mora Ruiz tocantes a la presencia de nuestro brillante soldado aventajado de las Fuerzas Especiales de los Tercios Viejos españoles en Bonares, Lucena del Puerto y Niebla en la provincia de Huelva. En vista de ello, surgen las siguientes preguntas: ¿por qué el alguacil comisario Miguel fue a la provincia de Huelva en 1593?; ¿por qué no mandó a uno de sus ayudantes?; y ¿es posible que haya querido visitar a sus parientes choqueros?
En efecto, basándome en los documentos notariales sobre el licenciado Juan este diamante documental abre nuevas líneas de investigación sobre la familia Cervantes, domiciliada en la antigua capital del Califato Omeya, e indica claramente que todavía nos queda mucho camino por recorrer, a fin de ampliar el conocimiento, inter alia, sobre el árbol genealógico de Miguel.
En resumidas cuentas, le felicito a nuestro excelente investigador Juan Carlos Álvarez Millán por su brillante hallazgo para la biografía del «virtuoso» licenciado Juan, así como para la Historia de España, Andalucía, Escacena del Campo, Huelva, Paterna del Campo y Sevilla, testimonio que debería estar puesto en circulación, rectificando así los grandes desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza y revistas electrónicas. ¡Enhorabuena!
«Laus in Excelsis Deo»,
Krzysztof Sliwa
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