Los orígenes de la cultura de los casinos
El origen de los casinos es mucho más antiguo de lo que puedes imaginarte. Hoy en día puedes encontrar una gran variedad de sitios de juego, desde casinos online con métodos de pago novedosos, como Bizum, hasta casas de apuestas deportivas tradicionales. Bizum es el nuevo sistema de pago disponible en los bancos españoles que permite realizar pagos por medio del teléfono móvil. Esto significa los usuarios podrán registrarse en un casino con bizum y tramitar pagos en de froma muy rápida y sencilla. Bizum es un método de pago con grandes perspectivas de futuro, sin embargo, hace años nadie se imaginaría que realizar pagos pudiera hacerse de forma tan simple.
La primera vez de la que se tiene constancia que el dinero se utilizaba para realizar apuestas es en la antigua Grecia, cuando los más adinerados apostaban en las carreras de cuadrigas o en los combates. Sin embargo, eso no se considera casino, ya que esto se hacía al aire libre. El primer establecimiento dedicado a los juegos de azar y las apuestas fue el Casinò di Venezia, construido en 1509 y operativo a partir de 1638.
El Casinò di Venezia marcó el camino para que otros grandes casinos empezaran a abrir sus puertas, como es el caso del Casino de Montecarlo, uno de los casinos más importantes del mundo. Este casino fue construido por François Blanc por orden de Carlos III y a día de hoy sigue siendo uno de los edificios más magníficos dedicados a los juegos de azar. Algo muy interesante sobre el Casino de Montecarlo que mucha gente no sabe, es que los ciudadanos de la ciudad no pueden entrar al casino y es que Carlos III creó una ley con la cual prohibía la entrada de los habitantes de la ciudad para evitar que se endeudaran.
Europa siempre ha ido por delante del resto de continentes, y en norteamérica, la cultura de los casinos llegó algo más tarde, pero cuando llegó, supuso una revolución en el mundo del juego. En 1905 se creó la ciudad de Las Vegas, y en 1931 fue cuando el juego se legalizó en la ciudad. Es importante resaltar que la ciudad de Las Vegas se creó y es que años antes toda la zona era un desierto. La ciudad se levantó con el propósito de albergar el núcleo más grande de juego y diversión del mundo entero, y se consiguió. Se construyeron hoteles, restaurantes, casinos y todo lo que pudiera ser un atractivo turístico.
Con la llegada de Las Vegas y el boom del cine en esos años, sobre todo de Hollywood, la cultura de los casinos se comenzó a extender por todo el mundo y estos sitios comenzaron a hacerse cada vez más populares. Llegaron ciudades que centraron sus atractivos turísticos en los juegos de azar, como es el caso de Macao. Los casinos se habían convertido en una forma de entretenimiento cada vez más elegida por la gente, pero eso no es nada con lo que estaba por llegar.
La llegada de la cultura de los casinos a España
La historia del juego en España no es muy larga y es que, la apertura de los primeros casinos no sirvió de nada, puesto que el juego estuvo prohibido desde 1923, por orden de Primo de Rivera. Todos los locales abiertos hasta el momento tuvieron que cerrar y no fue hasta 1977, con la muerte de Franco, cuando los juegos de azar volvieron a ser legales de nuevo. De hecho, ese mismo año se aprobó la Ley del Juego en España, algo que no resultó fácil en absoluto, ya que la gente era muy conservadora en este aspecto. Desde aquel momento, el juego comenzó a crecer en España, los casinos empezaron a asentarse y cada vez más público los visitaba.
¿Cómo se ha representado el juego en la literatura a lo largo de los años?
La literatura siempre tiende a representar la actualidad del momento y los casinos, desde su origen, han sido un tema interesante sobre el que poder escribir. Existen miles de obras que mencionan los casinos y los juegos de azar en algún momento. De hecho, hay casinos, como algunos de la ciudad de Las Vegas, que son ambientaciones legendarias de grandes obras de la historia. Es cierto que las grandes obras que tratan este tema son relativamente modernas, aunque como se ha mencionado, los casinos han sido mencionados en la literatura desde sus orígenes.
Los casinos online, mucho más modernos y convenientes para los usuarios, ya no transmiten esa sensación de misterio y tensión que transmiten los casinos tradicionales y es por esta razón que estos no aparecen apenas en la literatura. Internet es un invento maravilloso, de hecho, es probable que sea el mejor invento de la historia, pero es cierto que quita emoción a muchas cosas, entre ellas a los casinos. Los escritores ya no encuentran atractivo en los casinos, porque la mayoría son online, y es por esta razón por la que poco a poco están dejando de ser utilizados como ambientación en la literatura.
Escritores que mencionan el juego en sus obras
No hay ningún gran escritor que dedique todas sus obras a hablar sobre casinos, ya que, aunque pueda ser un tema muy interesante, puede no llamar la atención de tanta gente, sin embargo, hay grandes autores que han hablado o que han dedicado alguna de sus obras a los casinos y a los juegos de azar. Algunos de las mejores obras sobre casinos de la historia son:
- "Casino Royale": No podemos hablar sobre casinos y no mencionar a Ian Fleming y a una de sus obras estrella, Casino Royale. Mucha gente conoce Casino Royale por la película, sin embargo, esta está inspirada en una excelente obra. Esta obra sobre espionaje muestra la sensación de tensión y misterio de la que hemos hablado anteriormente, ya que, James Bond, protagonista de la obra, debe de jugar una partida a Baccarat en un gran casino para poder derrocar a Le Chiffre. Para los amantes de los casinos, es una obra excelente.
- "El jugador" de Fiódor Dostoievski: ya se mencionó que grandes autores han hablado sobre casinos en sus obras y es que hasta el mismísimo Dostoievski, para muchos uno de los mejores novelistas de la historia, lo ha hecho. Esta historia cuenta la vida de Alexei Ivanovich, alguien que busca salir del pozo en el que está por medio del juego. Esta historia combina dinero y amor, dos de los pilares fundamentales de las obras de Dostoievski. El juego y el casino toman un papel muy importante en esta obra.
La lista podría ser infinita, pero no podemos hacer una sinopsis sobre todas las obras que mencionan o tratan brevemente el tema de los casinos porque el artículo se haría eterno. Si buscas libros interesantes ambientados en casinos, los dos mencionados en este artículo son excelentes opciones.
¿Cómo la ficción nos hace ver la suerte y el azar?
Esto es muy relativo, porque todo depende de las obras en las que te fijes para hacerte una idea de lo que es la suerte y el azar. En el mundo de la literatura no todo tiene un final feliz y, por supuesto, hay historias en que las cosas salen mal. Tratando el tema de los casinos, existen muchas obras en las que el protagonista se arruina, pierde todo lo que tiene, por consecuencia del juego, mientras que hay otras en las que un golpe de suerte le hace ganar millones en menos de un minuto. Con esto me refiero a que existen obras sobre prácticamente todo, aunque es cierto que la ficción muchas veces nos lleva a hacernos una idea equivocada de la realidad.
Hay cientos de libros y películas en las que jugadores de casinos empiezan a ganar cantidades ingentes de dinero, a tener mucha suerte y eso puede llegar a dar la sensación de que es lo que ocurre en la realidad, pero las cosas no son así. Si queremos formarnos una idea correcta de lo que es la realidad mediante libros, no solo en el tema de los juegos de azar y la suerte, sino de cualquier cosa, es necesario que leamos mucho, muchos autores y diferentes puntos de vista sobre el mismo tema, porque una solo obra nos puede llevar a la equivocación. Por ejemplo, si leemos Casino Royale, en la que James Bond siempre gana, podemos llegar a pensar que el juego, tarde o temprano, estará a nuestro favor y que tendremos suerte, sin embargo, en la realidad, ese momento puede que nunca llegue. Hay que saber relativizar cuando leemos o vemos ficción, porque muchas veces, sobre todo cuando el autor o el director de la obra es bueno, podemos creer como reales cosas que no lo son.