- ¡Como te lo cuento Vani! Que ya me dijo Piluca que en vez de comerme el tarro y ser una pringada agonías, mayormente me enganchara a las series mejicanas, que me lo iba a pasar dabuten porque son desinhibidas y te bajan de la higuera. Y en cerocoma me enrollaron los pendejos.
Y flipas con el rollo chungo de los papás -hasta arriba de lana- y que parece que van de güeyes y son muy chidos porque se les da bien el paripé, y a los hijos les chingan la vida con su homofobia. Te da canguelo ver a la mamá con el cilicio en el muslamen y la cheira en la mano, un suponer, porque es ¡de lo peor, de lo peor! Solo aparentar y llevar al muchachito desviado a ese centro del terror donde un científico reputado afirma curar la homosexualidad y la esquizofrenia con descargas eléctricas que le dejan frito y le anulan la voluntad. Y el animal afirma que estas anomalías son fruto de un evento traumático producido en la infancia, y que es la mamá la que lo provoca. Que me pasé las primeras noches sin dormir pensando en estas pobres criaturas, encerradas como ratas para que el mamón encuentre una pócima que le haga famoso a posterioridad. Y el pobre muchacho infeliz queriendo cambiar, sin darse cuenta de que es único y guay. Para apuntar todo en un pinche diario y ponérselo en la jeta a más de uno que no entiende que el amor no tiene sexo, ¡que se quiere a las personas! ¡Menuda sarta de despropósitos! Me vale madres cómo me laten.
- ¡Pero vaya cambiazo Puri! Series transoceánicas de lenguaje molón y variado. Si tú eras más de la reflexión y lo profundo cuando te comen la oreja, que no te imagino con esos pinches a diario que se cogen a cualquiera, aunque tenga un careto mínimo, es decir, incómoda de ver o chunga de fea.
- No mames Vani, que siempre hay tiempo para pegar la voltereta, que me han jodido el paraguas con el goteo y voy a tirar planes, que me dan ganas de arreglarlo todo a balazos como hace el berjé de la serie, que está fetén y me enrolla cantidad. Que en vez de pillarme un moco y estar cocida, que hace un chingo que no voy de baretos y no pillo por estar de bajón, es mejor darse un garbeo y camelarme al gachí que me pone corazones. Que no me voy a achantar, aunque tenga un chungo, que prefiero montármelo guapo y darme el pirulo.
- ¡Te desconozco a ti! Me fardas cantidad. Nos tiene que valer madres ser unas carrozas de buen ver siempre maqueadas ¡que la antigüedad es un grado y a ti te encontré en la calle!, que lo de sentir vibraciones ya no mola, que es un algo demasiado.
- Que no voy a dejar que me chinguen la vida, que yo solo quiero ser feliz, como el pobre desviado de la serie.
- Baja la voz pendeja, que se van a enterar todos de que quieres darte un garbeo o arreglarlo a plomazos aunque no esté a la mano.
- Que te lo digo Vani, que estoy sudada de tantas flexiones para entrenar el corazón y que no duela, que estoy harta de beber buen vino pero solo de vez en cuando, que yo quiero la copa llena y a diario, que no quiero vivir con canguelo de que se acabe el rollo o de que el gachó se vaya con la botella a brindar con la de la belleza distraída, mayormente con la fea. Que dónde queda la emoción del descubrimiento de las primeras veces, de ese primer beso robado al descuido que me flipó. Pero que esta menda no se raya.
- No te taladres Puri, que hasta lo chungo se pasa, que solo hay que resistir y espetarle ¿qué chingada estás haciendo?
Si (
No(
