La era del Oricuerno es la continuación de Las aventuras de Ventolino; cuatro nuevas historias que complementan y sirven de colofón a las tres primeras. ¿Por qué sentiste la necesidad de escribirlas? He de decir que con Ventolino y con su hermano, el travieso Martico, me ha sucedido eso que cuentan (y que, doy fe, no es leyenda urbana) de que ciertos personajes creados por un autor cobran vida más allá de él. ¡Pues sí! Ambos se plantaban en mi cabeza y me suplicaban más… Y luego llegaban Álex y Nuria, ya mayorcitos, ¡y pedían lo mismo! Así que me vencieron: no podía desairarles. Me puse a concebir cuatro nuevas aventuras para cerrar la saga. Y estas son Ventolino y el mapa del porvenir, Ventolino y el vacío del aire, Ventolino y la brújula espiral y Ventolino y las alas de Martico. ¡Ya están aquí! ¡Y además vienen con premio! En efecto, mis historias han recibido el Premio Liliput de Narrativa Joven. Estoy muy feliz por sus protagonistas, ¡se lo merecen! Y espero que este premio sirva para que muchos chicos se encuentren con mis personajes y vivan sus aventuras, porque siempre es mejor vivir dos vidas que una. ¿Qué novedades van a encontrar los lectores del primer libro en esta nueva serie de la saga? Cuentan que Cervantes, en la segunda parte de su Quijote, estaba totalmente enamorado de sus personajes, ¡y eso se nota! A mí también me han arrebatado, y en estas cuatro aventuras se percibe ese cariño. Vemos crecer a Álex y a Nuria, también a Ventolino y a su pareja, Aceituna. Ambos mundos dejan paso a una nueva generación de protagonistas, Ventolico y Samuel, y asistimos al pasar del tiempo y a la mutación de la magia de Pueritia. Con los años, la vida se ve con otros ojos, y sentimos la tentación de relegar el halo de fantasía que nos rodea… De hacerlo, cometeríamos un error; cada época y cada situación de nuestra existencia, por difíciles que sean, precisan fantasía. La era del Oricuerno imprime más acción a las historias, las afronta con una profundidad emotiva que no existía en las tres primeras. Aun así, no reniega en absoluto de las anteriores, se basa en ellas. El lector verá una evolución natural a lo largo de las siete. ¿Qué puedes decir de todos los artistas que te acompañan en este proyecto? Que hacen que este libro, y toda la saga, sean especiales: un trabajo en equipo que le da a su lectura el valor añadido de una obra en común. Gracias al acertado prólogo de la escritora Yolanda Izard, a las imaginativas ilustraciones de Irene Peña y de Ariadna Contreras, y al impresionante y detallado mapa de Pueritia perfilado por Manu Zapico, esta saga se ha convertido en un auténtico monumento de trabajo artesanal. Hay mucho arte en y entre sus páginas, mucha belleza y mucho esfuerzo creativo. Jamás me había embarcado en un esfuerzo tan ambicioso y tan compartido; estoy muy agradecido. Y es un libro que es además Audiolibro. Creo que para los chicos, y para gente que se siente joven, es otro importante valor añadido. Durante el confinamiento resolví poner mi voz a todos los capítulos de los siete libros; lo hice porque estamos ante un cuento, y los cuentos se disfrutan más cuando son contados. Lo ideal es leer la saga en familia, pero hay muchachos (y adultos) que no encuentran la compañía de alguien que les lea o que les cuente. Como autor, me ofrezco a hacerlo yo; y así, mediante códigos QR, pueden sentir no solo el calor de mis palabras, sino la calidez de mi voz. La oralidad es un regalo añadido al lenguaje escrito. En Estas tierras y en otra muy cercanas hay una grandísima tradición de relato oral, tenemos el ejemplo de los filandones, hemos transmitido muchas historias de boca a boca. Que nadie nos impide hacerlo. ¿A quién recomendarías La era del Oricuerno? A un público de 8 a 99 años. Sí, sí, tal cual. Aún recuerdo cuando, de niños, nos hablaban de El principito o de Momo como libros infantiles. Sí… y rotundamente no. Me duele ver cómo, por motivos casi siempre comerciales, se catalogan ciertos títulos como de niños o de adultos, como si fueran excluyentes. Pongamos que estas aventuras tienen un público familiar, que están hechas para compartir un espacio intergeneracional. ¡Eso es maravilloso! De modo que recomiendo que las lean los padres con sus hijos, los educadores con sus alumnos… Porque tal vez sus visiones se complementen, y el niño acabe madurando, mientras que el adulto recupera algo su niñez, que nunca viene mal. ¿Qué esperas de esta Era del Oricuerno? Mi gran sueño es que cualquier cosa que haya escrito (esta vez, más) acabe siendo el argumento de una película, una serie… Amo el cine y esto se nota en mi forma de contar las historias; hay muchos chicos que me dicen que escribo de una manera muy cinematográfica, que al leerme ven los personajes, los lugares, como si estuvieran allí. Pues eso, a ver si hay un productor en la sala… De momento, y así lo voy a procurar, que estas historias lleguen y calen en el mayor número de lectores, ¡de todas las edades!
Las aventuras de Ventolino son el comienzo de una saga, la de un duende llamado Ventolino… ¿Es invención propia, o dicho personaje ya existía? El duende Ventolino es propio de nuestra mitología noroccidental (Asturias, Cantabria, norte de Castilla y León), así como otros personajes del primer libro de la saga (“Ventolino y el rapto real”), como Busgoso, los ojancos, las xanas o los nuberos. No obstante sentía que ese mundo tradicional aún guardaba mucho que comunicarnos; de manera que opté por darle vida de nuevo y colocarlo en medio de nuestro imaginario actual. Así, Las aventuras de Ventolino se convierten en un puente entre las creencias de nuestros abuelos y las preocupaciones de las nuevas generaciones. Las aventuras de Ventolino abordan temas de calado desde un marcado sentido lúdico. La letra, con encanto entra. Hablas de temas de calado y de sentido lúdico, ¿cómo lo consigues? De forma natural. La vida no se aprende con conceptos, sino según se van tomando decisiones, según se va viviendo. El libro propone tres viajes: en “Ventolino y el rapto real”, Álex viaja a Pueritia y se enfrenta a bestias y situaciones que lo preparan para su convivencia diaria, con sus padres y con los compañeros de su cole; en “Ventolino y el Collar de la Luna”, su hermana Nuria también visita Pueritia para prestarles su ayuda (porque eso es la vida: tomar decisiones y responsabilizarse, aún a riesgo de equivocarse); y en “Ventolino y las Tierras Espejo” el tema es la búsqueda del amor de Nuria y el duende, ambos en plena “edad del pavo”. Las aventuras de Ventolino no pretende ser un cuaderno de bitácora para la vida, tan solo un libro divertido… Lo cual no impide que en él se desgranen algunas enseñanzas. Tomando esa línea lúdica, ¿qué van a encontrarse los lectores en estas tres historias? Sin duda, muchas sorpresas. El libro está imbuido totalmente de fantasía, de situaciones al borde de la lógica pero con mucho sentido, de tramas que despistan y te devuelven el gozo de poner orden a lo complejo. Es un libro que, como la vida, te coloca a cada paso ante situaciones y personajes que no esperas. Tiene un mucho de “road movie” (bueno, perdón por el anglicismo, de “película de carreteras”) y un algo de “don Quijote”; momentos de humor e instantes muy emotivos. Y puedo asegurar que, aunque me he inspirado (no lo niego) en Oz, Alicia, Narnia o Peter Pan, entre otras, estas historias arrastrarán a los lectores por su carácter inédito. Puedes comprar los libros en:
+ 0 comentarios
|
|
|