May R. Ayamonte es Graduada en Estudios Ingleses con dos másteres en Enseñanza y Literatura con Perspectiva de Género; activista y militante de movimientos sociales; vecina del Albaicín, el barrio granadino en el que se ambienta Las niñas salvajes, cuenta con una fuerte presencia en sus redes sociales, en las que promociona la lectura. Tiene hasta la fecha seis novelas publicadas de literatura juvenil entre las que destaca Mar Profundo, su última obra de prescripción para institutos y Besos entre líneas, escrito junto a Esmeralda Verdú.

¿Cómo surge la idea del libro? ¿Y el título?

Llevaba tiempo queriendo dar el salto a literatura adulta y sabía que tenía que ser de la mano de un género que me apasionara. La novela negra me permitía hacer lo que me gusta: tramas adictivas, personajes verosímiles y una clara perspectiva política crítica.

De ahí nace la idea de Las niñas salvajes, de ese salto y ese cambio en mi carrera. Fue tomando forma poco a poco hasta ser lo que es.

En relación al título, siempre me cuesta ponerle nombre final a mis obras. Se lo debo a mis agentes, que fueron quienes propusieron Las niñas salvajes. Yo tenía en mente otro título más largo y en la línea de las obras que más admiro de novela negra pero… era un poco de spoiler así que cuando me propusieron Las niñas salvajes me encantó.

Es un título que transmite que la infancia nunca es inocente. ¿Es así?

Creo que lo que transmite depende de la lectura que haga cada lector de la novela. En mi caso me transmite sensaciones turbias y oscuras, probablemente también ligado como mencionas a esa falta de inocencia… Al terminar la novela sin duda tiene sentido el título.

¿El pasado siempre vuelve?

Soy de las personas que creen que el pasado nos hace quienes somos y que llevamos siempre una mochila a la espalda de todo aquello que hemos vivido. ¿Vuelve? Seguro. Y más cuando hablamos de cuestiones que nunca se han cerrado.

Los internados de religiosos/as han marcado a toda una generación. ¿Qué huella dejaron en los jóvenes que estudiaron allí y qué consecuencias tuvieron en su manera de afrontar la vida?

Entiendo que esa pregunta tendría que responderla un especialista en el ámbito o alguien que haya vivido en un colegio religioso. Desde mi humilde opinión, recibir una educación marcada por un código ético estricto y sesgado no te permite ver el mundo más allá de esa óptica. Pero claro… es mi opinión.

El embrujo, pero también las mafias de Granada impregnan la novela. ¿Cómo es posible que sucedan cosas tan terribles en una ciudad tan hermosa?

Al final la violencia tiene lugar en todas partes. Vivimos en un mundo convulso y violento desde que nacemos. Da igual que sean ciudades bonitas y con gran herencia patrimonial como Granada; o aldeas pequeñas y remotas. La novela negra es una herramienta también para mostrar las disidencias, las violencias y las periferias. Espero haber conseguido hacerlo con Las niñas salvajes.

"La novela negra es una herramienta también para mostrar las disidencias, las violencias y las periferias"

¿Al escribir la novela quiso que Granada fuese un personaje más?

Sí, lo tenía claro desde el principio. Primero, que Andalucía tiene que estar en el mapa nacional literario y que para eso lxs escritorxs andalucxs tenemos que ambientar novelas en nuestro territorio. Segundo, que dentro de Andalucía conozco a la perfección Ayamonte (que es el lugar donde me crié) y Granada (pues de aquí es mi familia y aquí resido desde hace cinco años). Así que tuve claro que quería jugar con Granada y que si lo hacía tenía que ser un personaje fundamental en la trama.

Su manera de escribir se basa en capítulos cortos, directos y escritos en tercera persona. ¿Es el estilo que más le gusta para narrar la novela?

Por una parte sí y por otra no. Siempre he sido de capítulos no muy largos, en el caso de Las niñas salvajes son de aproximadamente 2000 palabras. Pero el tema del narrador no es tan estanco en mi escritura. A veces narro en tercera, otras en primera; tengo novelas corales y otras con un solo protagonista… me gusta jugar.

¿Por qué ha decidido poner en cursiva los diálogos?

Están en cursiva las conversaciones telefónicas para no despistar al lector.

Me interesa la literatura con función social y por eso es la que escribo

¿Qué importancia tiene su labor como activista y militante en movimientos sociales para el desarrollo de su novela?

La política y el activismo forma parte de mi manera de ver la vida. Impregna todo lo que escribo. Me interesa la literatura con función social y por eso es la que escribo.

Las víctimas aparecen bajo una cruz y frente a una iglesia a la que miran y la cruz a los pies. ¿Qué es más un símbolo o una leyenda?

Un símbolo sin duda. Me gusta el simbolismo y experimentar con él y espero profundizar en ese simbolismo mucho más en el resto de mis obras.

¿Cuándo el presente se construye sobre mentiras, el pasado toma las riendas de nuestras vidas?

Todo hay que resolverlo en la vida y todo merece justicia, creo que es algo que deja claro Las niñas salvajes.

¿Es más importante la verdad que la tranquilidad que da no conocerla?

Supongo que depende de cada persona. Para Jimena Cruz, la protagonista, la verdad es lo más importante. La persigue y lucha por ella.

¿La injusticia social conlleva la pérdida de la inocencia?

La injusticia social conlleva la pérdida de la inocencia, de la felicidad, de las creencias hegemónicas, de derechos, de posibilidades en la vida… ¿qué no se pierde cuando te oprimen y violentan?

¿Qué ha querido denunciar en la novela y cuál sería su moraleja?

Creo que si lo contamos es spoiler. Tendremos que dejarlo para cuando hablemos entre lectores que la hayan terminado. Me encantaría saber qué creen mis lectores, ¿cuál es la moraleja?

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