En todas partes cuecen habas. Casarse en Las Vegas es una cutrez, pero el anillako de pedida era un pedrusco como un meteorito. Dicen que los novios lloraron a mares al pronunciar los votos y que Jennifer llevará el apellido de su marido. No entiendo a las anglosajonas, muy liberales y al final, dama dama de alta cuna, de baja cama, señora de su señor. De la gente de la farándula te puedes esperar cualquier cosa.
Más me sorprenden Urdangarín y la Armentia, yo creía que eran personas de orden. Si rompes con tu churri, rompes y punto. Pues nada, tío. Después de una crisis han vuelto a las portadas más enamorados que nunca. Y esto me jode porque me deja en evidencia. Pronostiqué que no tenían futuro y es muy duro que te desdigan. Hay una fecha clave. El 19 de agosto se casa un primo de Iñaki en EE.UU. Si va Ainhoa a la boda sería su presentación oficial. Pero tampoco me fío. O mucho ha cambiado “el Urdanga” o lo mismo pega otro volantazo. Para volantazos los de Charlene, la mujer de Albertito de Mónaco. Que me largo, que me quedo, que ahí te quedas. Esta pareja es un misterio que sólo conoce la matriarca Carolina. Por eso pasa de ellos, más que del tinto de verano.
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