Estamos en un momento importante de la historia novelada de esta obra; es un relato de una gran calidad literaria, con una trama complicada, llena de intriga, tensión y romance, relacionado todo con una época espectacular y plena de cripticismo, como fue la de aquella tragicomedia del último zar Nicolás II Romanov. San Petersburgo, 1903. El príncipe Dimitri Markhov, amigo íntimo del zar Nicolás II, vive rodeado de lujos en la corte imperial junto a su esposa. El zar, amante del arte, continúa con la tradición familiar de coleccionar huevos Fabergé, que adornan las salas del palacio de Invierno. Sin embargo, fuera de la corte, el pueblo vive una realidad muy distinta bajo la tiranía zarista, especialmente los judíos. Cuando Dimitri conoce a la joven Katya Golitsyn, siente que es su alma gemela. A medida que el vínculo entre ambos crece, Katya descubre sus raíces judías y comparte con Dimitri la violenta realidad que vive su pueblo. Ambos deciden entonces sumarse a una conspiración para establecer una monarquía constitucional; conspiración en la que la colección de huevos Fabergé será un eje central, pero un descuido podría ponerlo todo en peligro y desatar la furia del zar. La novela desenmascara los crímenes de los Romanov contra el pueblo hebreo ruso, los afamados y notorios Ashkenazy, en los años previos al estallido de la Revolución de Octubre del año 1917, en la que los bolcheviques arrasaron a los mencheviques; y dirigidos por aquel psicópata dictador, denominado Vladimir Ulianov “Lenin”, inauguraron la dictadura del proletariado; aunque previamente habían derrotado, por una pésima actuación política absurda a Alekxándr Kérenski. La obra nos presenta una más que diferente perspectiva sobre la familia imperial rusa de los Romanov, y de su faceta más obscura e intrigante, como fue la de los PROGROMS promovidos por esa dinastía zarista contra los hebreos. Por sus apretadas e interesantes 347 páginas aparecen las calles de la capital imperial rusa, la simpar San Petersburgo, sus múltiples palacios, sus costumbres y la vida a la par de la nobleza rusa y del pueblo llano, ese pueblo que ha visto pasar, con dolor y mansedumbre, toda la rica historia de su gran patria. Todos los aditamentos necesarios para una novela-histórica están presentes en esta obra, que se puede definir, muy inteligentemente, como de ficción-histórica, desde la intriga emocionante hasta el romance amoroso, giros inesperados y una descripción espectacular de los escenarios precisos para el desarrollo de la trama. El autor nos muestra, bajo esta obra novelada histórica todo lo que padecieron, en la Rusia zarista, los judíos rusos, y la intolerancia y el odio que generaban entre los rusos fue proverbial. “Aún entraba bastante luz por la ventana, por lo que Dimitri podía ver con la suficiente claridad todo lo que había en los estantes de la sala de exhibición. Frunció los labios y se decidió. Esta vez sería el Huevo de la Coronación, el tercer huevo de Pascua de Fabergé que Nicolás le había regalado a Alejandra. Lo levantó y abrió la tapa esmaltada en amarillo con bisagra. Dentro había una réplica exacta en oro y diamantes incrustados del carruaje que la pareja imperial había usado el día de su coronación. Lo sacó con cuidado del huevo y se maravilló ante el increíble trabajo. Incluso las ruedas de platino y la tapicería rojo fresa eran idénticas a las del modelo real. Abrió la pequeña puerta, colocó el papelito doblado en el suelo del carruaje y luego lo volvió a meter en el huevo. Como de costumbre, lo puso ligeramente por delante de los otros huevos y regalos para indicar a sus compañeros agentes cuál de los objetos contenía el mensaje. Entreabrió la puerta de la sala de exhibición para ver si había alguien rondando por ahí, y después se apresuró por el pasillo de mármol hacia el despacho del zar”. En esta escena, de una riqueza narrativa fuera de toda duda, aparecen dos personajes históricos, sensu stricto, que son la última pareja regia rusa, son el zar Nicolas II Romanov y la zarina Alejandra. Curiosos y tristes seres humanos, a los que nadie quiso recoger y salvar de las garras criminales bolcheviques comunistas de Vladimir Illich Ulianov “LENIN”, ninguno de los tronos europeos los aceptó, en ninguna circunstancia, ni les manifestaron la más mínima sensibilidad o afecto. El autor es un historiador estadounidense muy preparado y riguroso en todo lo que ha escrito hasta la actualidad. Uno de los protagonistas esenciales, la joven doctora en medicina, Katya Golitsyn, descubre por azar que también es heredera de sangre y de genes de judíos, con lo cual ya tenemos el necesario caldo de cultivo para alimentar el odio narrativo hacia la última familia imperial rusa. Ch. Belfoure refleja, sin ambages, algunos de los acontecimientos que condujeron, sin solución de continuidad, al derrocamiento de los Romanov. Los mujiks o campesinos rusos consiguieron tener identidad y, enseguida, trataron de defenderse del zarismo y, sobre todo, de aquella nobleza latifundista que los tenía esclavizados. Asimismo nos relata la manifestación duramente sofocada, el DOMINGO SANGRIENTO, donde los rusos protestaron contra la derrota que su ejército había sufrido por mor del magnífico y moderno ejército japonés. La nobleza de San Petersburgo vivía al margen de la realidad social del momento histórico, frivolizaba los problemas sociales reales que se estaban ya cronificando en la Rusia del momento. Todos los personajes de la obra de Ch. Belfoure son complejos y muy bien delineados, dentro de esa habitual melancolía que destila el alma de los rusos. “El casco negro del barco de vapor se deslizó fácilmente por las olas del Atlántico Norte. Dimitri siempre había pensado que esos grandes barcos eran edificios que viajaban sobre sus costados. Las tres chimeneas de color azul y blanco que se elevaban sobre la cubierta le recordaban los rascacielos estadounidenses. Le encantaba pararse en la borda de proa y sentir la brisa fresca y las gotas de agua. Después de dos días en mar desde Estocolmo, su ánimo se alegró. Los desagradables recuerdos de los últimos días seguían ahí, aunque no los consideraba decisivos. Pero la tristeza por tener que huir de Rusia no había disminuido en lo más mínimo. Ya no tenía hogar, desarraigado de la patria que amaba”. Estamos ante un libro importante, sea cualificado de novela-histórica o de ficción-histórica, donde se realiza un estudio sutil e inteligente sobre el padecer de los judíos en la Rusia de los zares Romanov. Estupenda narración. «Humanum fuit errare, diabolicum est per animositatem in errore manere». Puedes comprar el libro en:
Noticias relacionadas+ 0 comentarios
|
|
|