Repitió como merecedora del premio (la primera autora en conseguirlo en dos ocasiones) en 2019 con su novela recientemente publicada en el sello Runas La pequeña Eve, con la que ganó también el Premio Shirley Jackson. Su siguiente novela, que fue con la que se dio a conocer a los lectores españoles el pasado otoño, La última casa de Needless Street, ha recibido encendidos elogios del maestro del género, Stephen King, y ya está en proceso de adaptación cinematográfica con la propia Ward como productora ejecutiva.
Terrores nocturnos
Su interés por el género gótico y el terror nació tras una traumática experiencia sufrida durante su adolescencia: cuando tenía trece años y veraneaba en Dartmoor, localidad del centro de Inglaterra poblada de colinas altas, brezo, círculos de piedra, casas abandonadas y ponis salvajes, despertaba por las noches sitiendo una mano en la parte baja de la espalda empujándole fuera de la cama. Aterrada corría a refugiarse en la cama de su hermana.
Cuando cumplió veinte años descubrió que padece alucinaciones hipnagógicas, que son un tipo de alucinaciones que se producen en el tránsito de la vigilia al sueño profundo y que hace a las personas que las sufren pueden escuchar voces, ver imágenes o sentir que alguien les toca el cuerpo. Afirma que todavía hoy sigue experimentando este tipo de terrores nocturnos. Cree que el género de terror es el más empático y expresivo que existe, aquel que permite compartir nuestro lado más vulnerable e íntimo.
La casa al final de Needless Street
Todos los monstruos tienen una historia. La casa al final de Needless Street es la historia de una niña que desapareció once años atrás en una excursión a un lago. De su hermana, Dee, una mujer vulnerable que sigue buscándola y rastreando a los sospechosos, después de que la tragedia destruyera a su familia. De Ted, que siempre fue un muchacho extraño y podría haber sido responsable de la desaparición de la niña. Ted vive ahora aislado con su hija y una gata en una casa decrépita y ha tapiado todas las ventanas, por las que solo penetran fragmentos de luz. Ted conoce muy bien el bosque que hay junto a su casa. Allí ha buscado refugio muchas veces y está enterrado parte de su pasado.
La pequeña Eve
«¿Dónde está Evelyn? Ah, ya me acuerdo. Nos quitó los ojos.» Día de año nuevo, 1921. Siete cuerpos mutilados aparecen en un antiguo círculo de piedras en Altnaharra, una remota isla escocesa. Son "los Niños", miembros de un culto gobernado por una sádica figura a quien llaman "el tío". La única superviviente, Dinah, afirma que los ha asesinado Eve, que se habría ahogado al intentar escapar. Sin embargo, a medida que nos adentramos en la historia de Eve y Dinah hasta la masacre, va surgiendo una verdad más oscura y extraña. La isla es todo lo que los Niños conocen, el tío no permite ningún contacto con el mundo exterior. Pero el mundo está en guerra y alcanza incluso a la solitaria comunidad de Altnaharra.
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