Fuentes cartografía en sus novelas a la sociedad española. La idea primigenia de la novela no fue escribir una obra de ficción sino un ensayo. “No tenía intención de hacer una nueva novela con Cupido, pero decidí cambiar el rumbo cuando comenzó la pandemia. El tiempo del confinamiento fue terrible. Se modificaron los paisajes tanto urbanos como rurales. Las gentes abandonaron tanto las calles como los campos”, apunta Eugenio Fuentes. “El género negro se ha instalado entre los demás géneros literarios en la actualidad. La eclosión de novela negra ha tenido lugar en estos últimos años y no ha ido acompañada de un recorrido ideológico. Ha tardado 100 años en hacerse popular”, sostiene el escritor de Montehermoso, paisano del pintor Barjola - la rueda de prensa se ha realizado en su museo gijonés-. Eugenio Fuentes reconoció que su nueva novela se escribió muy rápido. “Salió muy fluida. Lo que ocurrió durante el confinamiento fue increíble. En la novela quería tratar cómo se tomaron diversas decisiones éticas. Los médicos tuvieron que tomar decisiones que afectaban a la vida de los pacientes. Por ejemplo, si había dos pacientes y un solo respirador tuvieron que decidir a quien salvar y a quien no”. “Yo vivo en la España interior y en la actualidad se da una situación paradójica. Cuanto más se van las personas, más se va llenando de animales. Ha habido un cambio social fantástico, señala el autor de Tusquets Editores. La novela comienza con una situación inusual. Una pareja que viaja en coche choca contra una vaca, la mujer está embarazada y muere. Algo bastante parecido ocurre en su novela anterior. El protagonista se exilia de España después de terminar la guerra civil. Siempre hay una perdida en sus novelas porque lo que realmente más le interesa es el corazón humano. “Me parece muy interesante cómo somos ahora en el presente, que es fruto de lo que nos ha ocurrido a lo largo de una vida. Un accidente puede cambiar la vida. Esas carencias provocadas por el pasado las tenemos que llevar dentro casi toda la vida”, reflexiona el escritor extremeño.
“Muchas veces me hago la siguiente pregunta: ¿qué sucede en la calle que no sucede en los libros? Los libros no tienen que contar solo lo que ocurre en las calles. Quiero ir más allá, mi objetivo fundamental es no hablar solo de lo que sucede en las calles sino en el corazón de la gente. Este sentimiento ha surgido en los autores muy tarde. Hay que hacer una radiografía del corazón. La perdida, el dolor, el poder, etc.”, cree Eugenio Fuentes. Para el autor, “la lealtad o la traición nos manejan. Por ejemplo, el tabú de no hablar del suicidio. No se suele hablar del suicidio y es la muerte que produce más fallecimiento. La gente se suicida por la soledad, por el malestar del problema del corazón, no por la pérdida del dinero. ¿Es conveniente no hablar del suicidio por el posible efecto llamada?”, se pregunta. Eugenio Fuentes cree que la novela negra creció gracias a las adaptaciones cinematográficas de los años cuarenta en Hollywood. La epopeya ha desaparecido de la literatura hace unos años. “Ha habido grandes autores que sin ser especialistas en el género negro han acometido el este, como Antonio Muñoz Molina, Juan Marsé o Ramiro Pinilla. Otros son grandes autores de género con una calidad extraordinaria como Domingo Villar recientemente fallecido y del que tengo un recuerdo entrañable.” Coincidí en Gijón hace unos años y quedó un recuerdo imborrable en mí”, cuenta. “La novela negra era el sotobosque y no estaba considerado como un género literario, ahora está a la altura de otros géneros. Hay un gran respeto por el género. Antes se tenía como un género de denuncia. Ahora ha trascendido mucho más de la novela social. Ya hay muchos autores que no hacen solo denuncia. Se ha instalado entre los géneros que más venden y que más gustan a los lectores. En la novela negra hay enigma y hay dolor, dos componentes básicos para la creación literaria”, concluye Eugenio Fuentes. Puedes comprar el libro en:
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