Hay que tener en cuenta que Pedro Santamaría fue el primer escritor que puso de moda a los godos, luego vendrían otros, pero él sacó del olvido a ese pueblo supuestamente bárbaro. “El que tuviésemos que aprendernos la lista de los reyes godos en el colegio supuso que los lectores sintieran un cierto rechazo sobre el mundo visigodo y gracias a las novelas que se han publicado últimamente se está redescubriendo el mundo de los godos”, afirma con un tono de ironía el escritor cántabro. Y tiene toda la razón. El autor es un especialista en el mundo de la Antigüedad y hasta el final de la Edad Media. Su libro de cabecera es “La Ilíada” de Homero, siempre le ha influido la manera que tiene Homero de contar las batallas. “Es verdad que se recrea un poco en los momentos sangrientos. Muchos escritores de la actualidad le copian en su manera de narrar”, analiza el escritor. En su origen, quiso escribir la novela en 24 capítulos, uno por cada hora del día de la batalla, pero como no le gusta hacer flashbacks en sus libros, decidió irse más atrás en el tiempo para dar a conocer el asedio a Orleáns ya que sin este prolegómeno no se entendería la novela. “Los flashback quitan fluidez a la narración”, apunta con intención. “La Ilíada es el origen de la literatura occidental”Pedro Santamaría reconoce que no sabe lo que ha tardado en documentarse para escribir el libro. Es toda una vida la que lleva leyendo sobre el mundo Antiguo. Solo tiene palabras de alabanza para Homero, como hemos señalado anteriormente. “La Ilíada es el origen de la literatura occidental”, opina con rotundidad y añade “hasta en el Quijote hay un cierto regusto de La Ilíada. Yo también he cogido prestado parte de su esencia para mi novela”. El punto crucial de “Campos de gloria” es la batalla de los Campos Cataláunicos, que según el escritor nacido en Santander se desarrolló cerca de la ciudad francesa de Troyes. “Si Atila, el rey de los Hunos, hubiese ganado la batalla y no hubiese sido derrotado por Flavio Aecio, el mundo occidental hubiera sido muy diferente”, expone el autor que siempre le han atraído los cantos del cisne. El general fue el que salvo a Roma de su fin. “Se juntó un Imperio Romano en descomposición con un naciente imperio de los Godos. La parte oriental del imperio, quedaba lejana. “Constantinopla tenía sus propios problemas y no ayudó a Roma. Oriente era un imperio griego mientas que el de occidente era latino”, manifiesta Santamaría.
De la batalla de los Campos Cataláunicos nace gran parte de la tradición militar europea, como el uso de la caballería que fue fundamental en el desarrollo de la misma. “Los romanos no estaban preparados para la lucha, tenían otro status, por eso empleaban a tropas mercenarias de otros pueblos”, recuerda el autor. Pedro Santamaría cree que a los godos se les debe un reconocimiento por parte de los españoles. “Fueron una parte decisiva de nuestra historia, se extendían desde el Danubio hasta Toledo. Toda una épica. Fue uno de los pueblos más asombrosos de la historia. Y como a mí me gusta la decadencia -hay mucha belleza en ella- me gusta tratarlos en mis novelas. Su fin no sólo fue la conclusión de una era también fue el de una forma de vivir. Cuando se llega al punto álgido de una civilización en ese mismo momento comienza su decadencia”, refiere. Para finalizar, el autor cántabro comenta que “Campos de gloria es una novela coral, donde se habla un poquito de cada personaje, pero es el protagonista principal él que tiene que empatizar con el lector. Creo que he descubierto que Atila no era tan bárbaro como nos han querido hacer creer, era un hombre sabio y que la batalla fue crucial para el destino de Europa. Me quedo con la sensación de que he presentado un hito histórico que todos deberíamos conocer”. Efectivamente es así. Son todavía muchas las historias que no han llegado al gran público y que escritores como Pedro Santamaría nos irán descubriendo. Dentro de poco sabremos qué acontecimiento histórico nos revelará en su próximo libro. Puedes comprar el libro en:
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