El sello porteño Paradiso Ediciones acaba de publicar una nueva entrega del argentino Pablo J. Mateu: Víctimas diversas, una colección de cuentos que se las trae y no se las lleva de la atención del lector hasta la última página. Pocos autores son capaces de recorrer casi todo el pentagrama de las posibilidades temáticas de un conjunto de textos y menos todavía de condensarlas en apenas algo más de un centenar de páginas. Parece ser que Mateu se aproxima y mucho a ese logro, a juzgar por su reciente novedad, el libro de cuentos Víctimas diversas (1), donde en escalas ascendentes hasta el sarcasmo, la ironía y el humor más filoso o descendentes hacia el nivel de la angustia, se las arregla con creces para abarcarlo. Con lo exigente que es el género narrativo breve, menuda tarea es dar cuenta de una posibilidad como esa en base a condensación de sentidos, buen manejo de la lengua y minucioso control expresivo. Además de las capacidades antes señaladas, el autor argentino ofrece en sus tramas, breves y concisas, muy adecuadas dosis de suspenso e intriga. El espiral en que dan vueltas sus protagonistas tiene el impulso suficiente como para llevarnos consigo hasta el final, nunca del todo previsible, y Mateu hasta se da el lujo de engalanar el trayecto narrativo con falsos indicios. El recurso paródico de que hace gala en piezas como Agronegocios nacionales, Frutos de mar o Torcuato, la promesa, arrancará mucho más que una sonrisa al rostro que se incline sobre sus páginas, pues el segundo plano del sentido general, la crítica social, pasa enseguida a ocupar todo el cuadro con ácidas descripciones y observaciones filosas acerca de hábitos exagerados y ridículas convicciones muy propios de algunos “elevados” estamentos de la sociedad. Bien que caricaturizados a lápiz rápido, se las compone Mateu muy bien para no dejar detalle sin escarbar ni miseria sin mostrar. En el otro extremo del abanico de sentidos que expone se encuentran textos como Asepsia, Castigo o Quince minutos, donde la muerte y sus preámbulos, el dolor interno y externo, la enfermedad y la desesperación dominan la escena general; escenas y circunstancias de contrapeso que equilibran el conjunto ofrecido por Víctimas diversas. Párrafo aparte y muy especial para subrayar la sorprendente eficacia de una tercera variedad de cuentos que Mateu incluye en esta colección. Se trata de los referidos a la antigüedad grecorromana: XXIII, Números romanos y la joya de la colección, Ifigenia en Áulide, acertadamente subtitulada como una “épica kitsch” por el autor, quien jugando muy serio con el texto clásico, aquella célebre tragedia de Eurípides del 409 a.C., aprovecha para comentarla al estilo de la prensa amarillenta y la torpeza informática tan característico de nuestros días. El resultado –que en otras manos podía haberse detenido en la fase de mero experimento- es un sabrosísimo anacronismo que golpea por igual a una época y la otra. Esperemos que en su próximo libro de cuentos Pablo J. Mateu se incline por hacer algo parecido con Ifigenia en Táuride, ya que si Eurípides se animó a continuar con las peripecias de la jovencita, al argentino le podemos pedir que haga lo mismo.
En suma, don Pablo: que queremos más. El autorPablo J. Mateu nació en Buenos Aires en 1965. Ha escrito obras teatrales así como también realizó adaptaciones y guiones satíricos para representaciones callejeras. Publicó el poemario O y la novela El Irisid (2003). Es egresado de la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Profesor de Filosofía, Licenciado en Sistemas y Master en Finanzas. NOTAS (1)Paradiso Ediciones, ISBN 978-987-4170-61-3, 116 pp., Buenos Aires, 2022.
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