Tenemos, aquí y ahora, otra obra de la editorial Actas, y como todas ellas poseedora de una encuadernación muy elegante, y de un interés preferente. La contraportada indica, de forma taxativa, el resumen del libro, que es lo más esclarecedor del texto: “’VALERO, VALERICO’, LO LLAMABA SU HERMANA CUANDO ERA NIÑO, cuando todo parecía fácil y sencillo. Hasta que la vida gira y te golpea sin avisar, como la coz de una mula. El joven pastor, curtido por la dureza de un mundo que no hace concesiones a los débiles, se enfrentará a lo real. A aquello para lo que nadie te prepara. "Tierra Mojada" entrelaza la historia de una España decadente con la de uno de los miles de jóvenes enviados a las guerras de Ultramar. Conocerá el dolor, la miseria; se enfrentará a lo más oscuro del corazón humano, pero sabrá también del amor, del compañerismo, de la lealtad y el sacrificio. La trama trata sobre la vida en su más descarnada y, a la vez, emocionante faz, de lo que representó ese 1898 para aquellos jóvenes, que no tenían medios para librarse de ir a la guerra de Filipinas. Desde la España rural, pasando por la Zaragoza de finales del XIX hasta la pequeña y mítica iglesia de Baler, en Filipinas, Manuel Júlvez narra con prosa ágil, detallista y vibrante el viaje iniciático de un joven pastor. La búsqueda de la esencia de una infancia perdida y la de un ideal que torna en lo más real y terrible, pero también en lo más apasionante, todo ello contado magistralmente en un historia que, junto al protagonista, muestra la fuerza y valor de las mujeres que, desde su infancia, le transmitieron el coraje para resistir. ‘Tierra Mojada’, como una pintura de Goya, atrapa la mirada y pregunta con crudeza: ¿por qué merece la pena llorar?” Esta obra nos realiza un apasionante periplo por todo el final del siglo XIX hasta llegar a la gran batalla de Baler, en la guerra final de los últimos de Filipinas. Esta estupenda novela-histórica trata de lo que ocurrió a esos aguerridos últimos españoles de Filipinas. Es una España decadente, lamentable, que está siendo desgarrada por los anhistóricos egoísmos del nacionalismo catalán y vasco, que ahora contemplan como la situación del final de la pérdida colonial les facilita sus perversiones. El protagonista, Valero-Valerico, magníficamente delineado por el autor, es uno de los miles de jóvenes que fueron enviados a Ultramar, para defender las últimas posesiones coloniales españolas, ahora en Cuba, Puerto Rico y Filipinas; detrás de todo ello están las apetencias voraces imperialistas de los Estados Unidos de América del Norte; creando toda una publicidad engañosa para convencer a los habitantes de La Tierra de que hay que eliminar el colonialismo de las Españas. Ya lo dijo o, cuanto menos, lo pensó el presidente norteamericano James Monroe, de que América debería ser para los americanos del norte. La vida muta continuamente y le golpea con toda crueldad. Será, entonces, cuando el joven pastor se enfrente a la realidad más palpable, aunque ya está más que curtido por un mundo que nunca hace concesiones a los débiles. Ya estará preparado para conocer el dolor y la miseria; enfrentándose a lo más críptico y tétrico del corazón de los seres humanos, pero asimismo conocerá lo que significa el amor de una mujer, lo que puede ser la importancia del compañerismo, y la lealtad y el sacrificio de muchos de los seres humanos que le rodean. En resumen llega a la consciencia vivencial en su más descarnada y emocionante cara. La prosa del autor es de lo más ágil que puede existir, no deja de lado ningún detalle del devenir evolutivo del protagonista. Valero busca, denodadamente, lo esencial y vitalista que suele significar el paso de la infancia a la adolescencia, que en muchos seres humanos es terriblemente trágico. Es de destacar como se muestra, en esta novela-histórica narrativa, la fuerza y el valor de las mujeres que le rodean y que, desde su más tierna infancia, le transmitieron un coraje sin medida que le iba a permitir resistir todos los embates. El propio autor refiere, de forma paladina, cual es la forma de desarrollo que utiliza en las tramas de sus obras, y que se relativa en la gran importancia que otorga a los personajes de las mismas. Me atrevo, modestamente, a resumir la opinión del propio autor sobre su obra. “ES UNA NOVELA DE AVENTURAS, UN VIAJE INICIÁTICO DE UN JOVEN PASTOR QUE SALE DEL PUEBLO (ALFAMÉN, LOCALIDAD NATAL DE MI FAMILIA) EN BUSCA DE SUS RECUERDOS”. Está claro que el desastre colonial del año 1898, que dio por terminado el imperio español en el planeta Tierra, ha estado siempre oculto en la depresión indubitable de los autores literarios de la época, la denominada como GENERACIÓN DEL 98. Tal es así que ese caos histórico no ha permitido seguir sus antecedentes históricos con cierta nitidez. El rol jugado por la HISTORIA en esta novela histórica, es el escenario necesario para que los personajes de la obra puedan interpretar sus diferentes papeles. Se observa, de forma fehaciente, su admiración por los valerosos luchadores de Filipinas. En el final del libro se pueda comprobar la riqueza del léxico del autor, cuando se alcanza el climax, admirable en todo ello, y donde se adivina una extraordinaria labor de análisis de los personajes. El protagonista se recrea en los recuerdos, y en la ensoñación de su vuelta a la realidad, es una obra de lectura ágil, y que nos deja un regusto pleno de diversos sabores, sobre ese momento histórico que tanto representó para la ulterior evolución de las Españas. Está claro que su forma de escribir generas un interés preeminente desde el inicio, pero todo ello nos demuestra la forma global de escribir muy cuidada y elaborada. Creo que poco más puedo indicar sobre una novela-histórica, y así la calificó yo, que impacta por su calidad y su recorrido histórico en ese siglo XIX tan sangriento y enervante, por anestésico, que fue para las Españas. Calificativos superlativos narrativos ad hoc: miseria, amor, compañerismo, lealtad y sacrificio. La vida del protagonista nos ofrece dos vertientes, una descarnada por trágica, y otra emocionante por los avatares vivenciales por los que pasa a lo largo de toda la obra. Los personajes, muy bien construidos, como en cualquier obra de teatro que se precie, otorgan el obvio interés al resto de la obra. Deseo de merecido éxito en esta obra, que forma parte de esa pléyade estupenda de novelas-históricas que ahora se construyen, y que enriquecen a la propia HISTORIA. Suerte y felicidad. «Vanitas vanitatum et omnia vanitas». Puedes comprar el libro en:+ 0 comentarios
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