Maaza Mengiste nace en 1971 en Addis Abeba, pero pronto se ve inmersa en un viaje que la llevará de Nigeria a Kenia y de allí a Estados Unidos huyendo de la tumultuosa y sangrienta revolución de su país. Estudió en Italia y en la Universidad de Nueva York; muy reconocida por su labor novelística en favor de los inmigrantes subsaharianos en Europa. Columnista en diferentes medios, el título de su libro Beneath the Lion's Gaze (2010) alcanzó una gran popularidad y es considerado como uno de los10 mejores libros africanos contemporáneos. Heredera entre otras influencias de Toni Morrison, en El rey de las sombras (2019), cuenta las condiciones de vida de las mujeres soldado durante la invasión de Mussolini contra Etiopía en 1935. Más allá de las tramas impactantes y realistas, turbadoras y líricas, sobresale la capacidad de la escritora en amalgamar lo histórico con el presente a través de un hilo narrativo lleno de imágenes y símbolos, descripciones minuciosas y diálogos atractivos. Gracias a su producción literaria rinde homenaje a momentos pretéritos para entender los actuales. Según la crítica, tiene la virtud de saber contar y atrapar al lector: imposible abandonar la lectura por la plasticidad y emoción que desprenden sus libros en un itinerario de mutua compañía y atenta implicación.
Maaza Mengiste es una activista destacada y beligerante -pertenece a renombradas asociaciones humanitarias- en la conquista de los derechos humanos. Muy involucrada además en la educación de las niñas. Significativa su labor como profesora de inglés y de escritura creativa en diferentes instituciones universitarias estadounidenses y europeas. Ha recibido diferentes galardones por el conjunto de su obra llena de reminiscencias pacíficas, y atesora importantes premios en las categorías de relatos cortos y de ficción, traducidos a numerosos idiomas.
Han alcanzado notable resonancia sus ensayos que analizan no solo cuestiones lingüísticas sino también temas sociales y antropológicos en relación a la identidad del continente africano, a la diversidad de sus países y a la idiosincrasia propia de su latitud espaciotemporal.
Desde su lugar de residencia en Estados Unidos, siempre mira a África con el deseo de no olvidar sus raíces y reivindicar la esencia del país, Etiopía, al que pertenece y para el que anhela un futuro de luz.
Hoy por hoy, en sus declaraciones recuerda el valor del trabajo para la perdurabilidad de las personas más allá de la muerte; se refiere, sin duda también, a sus propios libros, un variado conjunto de manifestaciones y experiencias personales que pueden servir de guía para futuras generaciones. Queremos citar las siguientes crónicas tan representativas de su ideología y de su sentir más convencido: “En las tierras altas de Etiopía, una búsqueda de esperanza y terror" y “Escribiendo sobre las mujeres negras olvidadas de la guerra Italo-etíope".
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