Este documento comunica que el glorioso Manco fue sepultado en la iglesia del convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas que dejó estipulado en su última voluntad que se dijeran dos misas en sufragio de su alma y que su queridísima esposa Catalina, hidalga de Esquivias, quedó encargada del cumplimiento de misas de sufragio a su voluntad. Por lo que atañe al segundo testimonio fidedigno, del 8 de octubre de 1697 en Madrid, se revela «data de cuatrocientos reales [13.600 maravedís] retribuidos por el administrador del Patronato del convento de San Ildefonso, de Trinitarias Descalzas, de Madrid, a Miguel de Ortigosa, sacristán de dicho convento por el gasto de trasladar los restos mortales de la iglesia vieja a la nueva» [Al margen] «Pagado a don Miguel de Hortigosa del gasto de mudar los cuerpos de los difuntos de la yglesia vieja a la nueva».
La partida 18 de las datas de 1697 pone de relieve el gasto satisfecho por el mayordomo del Patronato a Miguel Ortigosa por la exhumación de los restos mortales de la iglesia vieja en la calle del Amor de Dios o de San José y su traslado al nuevo templo de la calle de Cantarranas.
A este respecto, le felicito al benemérito historiador Francisco José Marín Perellón, Director de Institución Cultural en Ayuntamiento de Madrid, por el hallazgo del libro de cuentas de 1697, en el que se exponen los 400 reales pagados por el sepulturero del «Príncipe de los Ingenios españoles», a fin de trasladar los restos mortales a la cripta.
También huelga destacar que Miguel Ortigosa llevó a cabo su trabajo en una fecha anterior al 8 de octubre de 1697 cuando se satisface el gasto. Es muy probable que la fecha del traslado de los restos fuera próxima a la de la sacralización de la nueva iglesia, efectuada solemnemente el sábado 7 de septiembre de 1697. Pese a ello, no hay detalle de los nombres de quienes fueron exhumados aunque no es necesario porque la partida indica que fueron trasladados «los cuerpos de los difuntos de la iglesia vieja», o sea, los restos mortales de quienes se enterraron en la primitiva iglesia entre 1613 y 1630. Entre ellos, se encontraban los de Miguel de Cervantes y Catalina de Palacios y Salazar.
Y para terminar, quisiera decir que tocante al brillante servicio bélico del autor de El Quijote en Italia, el erudito militar Domínguez Rubio aconseja lo siguiente: «se ha de indagar también en las muestras que se realizan para pagar los sueldos. En las muestras custodiadas en el Archivo General de Simancas de febrero, junio y octubre 1574, estas dos compañías desgajadas del tercio de Lope son pagadas junto al resto del tercio de Sicilia. El conservador Esteban de Monreal cuando se dirige al rey en febrero de 1574, pues va a comenzar la muestra a las compañías del tercio, apunta que “... es necesario volver y de allí comenzar a tomar la muestra a las compañías del tercio que son 22 derramadas por todo el Reyno porque cada una está en su lugar, será discurso de gran trabajo pero de mucho provecho a la hacienda de V.M. porque habiéndose de rematar cuentas con toda la infantería igualar las compañías que han estado en La Goleta, con las otras, reseñar las dos que estaban en Malta que se han metido en este tercio, no es obra de confiarse de oficiales inferiores importando lo que se les ha de pagar no menos de cuarenta mil escudos”. Aun cuando llega el tercio de Lope de Figueroa se diferencia en toda la documentación entre las pagas del tercio que depende del virrey de Sicilia y el del Figueroa que se le paga con fondos de Madrid. Aunque esté alojado en Sicilia, el virrey actúa solo como pagador, pues recibe el dinero de Madrid y se lo transfiere. Pero aún hay más, el capitán Ponce de León aparece en todas las muestras de compañías que se hacen al tercio de Sicilia en 1577, 1581, 1582 y siguientes» (Domínguez Rubio, «Cervantes…», 173).
En resumen, no solo quedo en perpetua deuda con nuestro ejemplar investigador brigada de Infantería Miguel Ángel Domínguez Rubio por su espléndida aportación fiable para la reconstrucción de la biografía documentada del héroe de Argel y le felicito por su ejemplar colaboración de dichas perlas documentales de vital importancia para la Historia de España, testimonios que deberían estar dados a la estampa, sino también le agradezco al brigada de Infantería Domínguez Rubio, decorado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo Blanco la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo la Medalla de la OTAN, antigua Yugoslavia, su amor, sacrificio y valentía a nuestra dulce España, patria de los héroes. ¡Enhorabuena!
«Laus in Excelsis Deo»,
Krzysztof Sliwa
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