En la imaginaria República de Juvenia, muy cerca de Francia, acaba de aprobarse una ley que prohíbe a hombres y mujeres tener parejas con las que se lleven más de 20 años. El objetivo no es otro que evitar que nazcan niños de padres demasiado mayores, y que las mujeres de cierta edad no sufran el abandono de sus maridos por mujeres más jóvenes que ellas. Con esta peculiar premisa, Nathalie Azoulai (Nanterre, 1966) traza en Juvenia una divertida historia llena de humor y libertinaje. Por sus páginas desfilan personajes como Pierre, que abandonó a su mujer por una chica más joven y que ahora se enfrenta a cursos de reeducación para volver a encontrar el atractivo por mujeres de su misma edad, como Laure, la mujer abandonada, o como Sabine, una pediatra que a sus sesenta años se entrega a la promiscuidad.
Como ha explicado la autora, el origen de la novela fue la observación de su propio entorno: “a mi alrededor a varias mujeres las habían dejado por otras más jóvenes. Observé que, siendo nosotras quincuagenarias ya, dejábamos de ser el objeto de deseo de nuestros congéneres. Desde un punto de vista estructural, este tipo de relaciones es bastante frecuente en mi entorno. Me muevo en un mundo, llamémoslo «cultural», bastante propicio a que se formen parejas como éstas”.
Azoulai crea un mosaico de personajes muy completo, que permite observar la situación desde diferentes puntos de vista. Las mujeres, por ejemplo, “siempre han admitido —incluso aceptado de buen grado— un desfase etario y una mayor madurez en el hombre. Por el contrario, los hombres no sienten la necesidad de relacionarse con mujeres más jóvenes hasta que alcanzan la cincuentena”, comenta la autora. A juicio de la escritora francesa, la generalización de las relaciones con una diferencia de edad grande “es perjudicial
para el buen entendimiento entre hombres y mujeres. Si se descarta una categoría entera de mujeres a partir de cierta edad, estas mujeres dejarán de estar en contacto con los hombres y se creará una brecha entre los dos sexos.”
¿Es Juvenia la solución? ¿Dejarán por fin los hombres de burlarse del inexorable envejecimiento de las mujeres? ¿Recobrarán ellas la confianza y la fe en el porvenir?
Nathalie Azoulai (Nanterre, 1966) es escritora, editora y traductora. En 2002 publicó su primera novela, Mère agitée, inspirada en su propia maternidad. En Les filles ont grandi relata la adolescencia de sus hijas. En 2005 salió a la luz C’est histoire d’une femme qui a un frère, también autobiográfica. Con Les manifestations se aleja de la autoficción y con Un ardeur insensée se adentra en el mundo del teatro, un tema que retoma en 2015 con la novela Titus n’aimait pas Bérénice, que ganó el premio Médicis y el Goncourt de l’Oriente, fue finalista de los premios Goncourt y Femina, y ha sido traducida a numerosos idiomas. Juvenia, su primera traducción al español, es una divertida sátira cuya adaptación cinematográfica y teatral ya está en marcha.
Puedes comprar el libro en: