¿Cómo nace este "Nebrija"?
El libro nace como un encargo que hace la Universidad de Nebrija a la editorial Nórdica y ésta me propone realizarlo. Acepté el reto siempre y cuando me dejasen hacer una obra de autor. No quería ser un mero profesional que relata la vida del gramático. Me interesaba investigar sobre el renacimiento español y esta era una buena oportunidad de hacerlo.
¿Con esta publicación quieres dar a conocer la figura de Nebrija?
Pienso que su figura es importante, sin duda. Pero también su época es una oportunidad para dar a conocer un movimiento, el humanista, que venía principalmente de Italia, pero que en menor medida también dejó su huella en la península Ibérica. Nebrija es uno de muchos doctos que vivieron en una época particularmente difícil para ejercer de humanistas.
¿Este libo se pude considerar una biografía contada en dibujos?
El libro es una novela sobre Nebrija pero, también, relata un momento histórico único; esto es la unificación de religiones, de la creación de una policía del alma, como la Inquisición, de la expulsión de judíos y árabes y el descubrimiento de lo que hoy conocemos por América, todo ello en un contexto europeo de grandes cambios.
Escribir y dibujar van de la mano. La novela gráfica es un género literario como cualquier otro. Una de sus reglas es que conlleva ilustraciones.
¿Te ha costado encontrar documentación de la época y sobre el propio Nebrija?
La documentación está allí y es cuestión de saber buscarla. Hay mucha información, tanto escrita como de imagen. El problema es no perderse ya que es una verdadera jungla. También, está el tema de los recursos originales y los de la interpretación histórica, que como se sabe, no son objetivos sino una visión con unas influencias contemporáneas, a veces muy politizadas. Lo difícil es saber dejar fuera del libro elementos que, a priori, son interesantes. Si no se descarta, un libro de este tipo podría ser interminable y aburrido.
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de crear el libro?
Buscar una manera de contar algo que al lector lo atrape, una trama de ficción que respete los parámetros históricos. La vida de un gramático, con tantas horas delante de papeles y libros, no es precisamente dinámica desde un punto de vista narrativo visual.
Este año se conmemora el quinto centenario del fallecimiento de Antonio de Nebrija, No he visto actos relacionados con esta conmemoración ¿Cuál crees que puede ser el motivo?
Actos hay. Lo que pasa es que estamos al principio del año Nebrija. También es un tipo de acto que atrae poco público ya que son mesas redondas, debates, celebraciones en universidades, etc. El Estado apoya pero no creo que nos encontremos un caso en el que el mundo de la política se involucre al modo que pasó con el año Cervantes. Nebrija es un docto menos conocido y se le puede sacar menos rédito en el presente.
¿Se debería revindicar más los grandes nombres de la cultura para que su figura no sea la de ser el nombre de un premio literario, un plaza de alguna ciudad española, el noble de una universidad de verano?
Pienso que sí. Pero, por desgracia, actualmente se reivindican más héroes físicos como tenistas o motoristas. Es un problema de intereses económicos. Generan mucho más dinero y fama. No es un problema actual. Ya se quejaba el filósofo romano del exceso de atención y capital que se le daba a los campeones de las carreras de cuadrigas en el año 300.
Todo depende del modelo de Estado que se busca. Francia, o Alemania, por poner ejemplos cercanos, tienen otras directivas en cuanto a lo que es la cultura como bien de un Estado que el nuestro. Para Noruega, un escritor noruego en el presente es un bien del Estado y este lo ayuda.
No se trata de reivindicar solamente los grandes nombres de la cultura sino de crear un sustrato, proteger en el presente la cultura que nos representará en el mañana. Pienso que, en el caso español, hace falta redefinir el papel del Estado en la cultura.
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