Octavia E. Butler, la escritora negra de ciencia ficción que convenció al público jueves 13 de enero de 2022, 10:00h
Octavia E. Butler era una aprendiza de escritora, como ella se definía, no se hundió ante las continuas negativas de las editoriales que no confiaban en su obra. Sus títulos Xenogénesis, Patternist y Kindred le dieron una gran notoriedad y constituyen auténticos modelos para otros escritores del género. Nace en Pasadena en 1947. Primera literata receptora del título “Genius” que otorga la Fundación MacArthur, destaca por sus libros de ciencia ficción que ya anunciaban mucho de su vida, sus inquietudes y preferencias: Hija de la sangre (Bloodchild) y la trilogía Amanecer, Ritos de madurez e Imago. Educada en su ciudad natal e hija única, creció en una contornada multirracial Al morir su padre, limpiabotas, su abuela se encargó de ella, mientras su madre trabajaba de criada para sacar a flote a la familia dentro de un ambiente baptista muy estricto. De carácter introvertido y soñador, buscaba la evasión con revistas como Amazing, Fantasy and Science Fiction y Galaxy. Tímida y soñadora, disléxica, empieza a escribir a los diez años de edad y así esquiva la soledad y el aburrimiento (miedo que la perseguiría en vida). A partir de ahí el interés por la ciencia ficción llegó sin esperar, imparable. Obtuvo importantes becas destinadas a escritores latinos y africanos de Estados Unidos. Ella misma pinta su propia etopeya: eremita en la ciudad cosmopolita de Seattle, huraña social, feminista, negra, dominada por la inseguridad personal, deseos de sobrevivir y cierta desidia profesional: los mimbres de su niñez dejaron huella profunda en un carácter impulsivo e irreflexivo. Corre el año 1999. Muere a los 58 años del fuerte golpe que recibió en la cabeza al caerse, consecuencia de un infarto. Los temas raciales y la ambigüedad sexual están presentes en su obra. A la vez que explora la dinámica del poder y la esclavitud. Mundos infrahumanos, supervivientes en tierras inhóspitas, personajes errabundos, amos y siervos, extraterrestres mesiánicos, caos y destrucción, manipulación genética, desórdenes sexuales, seducción y dominio, inteligencia artificial y biología mecánica, eternidad y exterminio… todo un compendio de los principales ingredientes que configuran todas sus narraciones. Octavia era una artista que pasaba momentos de profusión literaria y otros de bloqueo, incapaz de arrancar idea o anécdota que plasmar. Se atrevió con la moda vampírica y en 2005 publicó Fledgling cuyo contenido sobre la identidad de la raza y el ambiente de ciencia ficción predominante, conecta con las anteriores obras. Cuando estaba en racha, no se permitía descanso y consiguió enhebrar una colección de relatos cortos, formato que odiaba según afirmó en el prólogo de Bloodchild and Other Stories, escritos entre 1971 y 1991. Poseen una gran originalidad, llenos de semiinsectos en un planeta de alienígenas, muy al gusto de la gran frase como denominaba a la redacción novelada. Desde luego, asegura al lector avezado en estas tramas, intrépidas aventuras. Sobresale su capacidad para manejar la metáfora y el simbolismo, trascender la realidad sin perder pie. Talento literario ampliamente recompensado con premios y honores. Puedes comprar sus libros en:
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