El reciente estreno de gran cantidad de adaptaciones audiovisuales ha logrado alcanzar a un público aún mayor. Un ejemplo de este hecho fue el lanzamiento de la serie Sombra y hueso realizado en abril por Netflix. Teniendo en cuenta éxitos previos de la plataforma como The Witcher, Netflix apostó por el Grishaverse de Leigh Bardugo. El Grishaverse es el universo de fantasía preindustrial ambientado en una Rusia zarista que nació hace nueve años y que comenzó con la novela Sombra y hueso. Actualmente, el Grishaverse (compuesto por Sombra y hueso, Seis de cuervos, El rey marcado y El lenguaje de las espinas, entre otros libros) ha aumentado su base de fans y ya cuenta con más de 200.000 ejemplares vendidos en español. Sin embargo, este es solo un caso de los múltiples que demuestran que la fantasía para jóvenes adultos es un género en alza. Son muchas las sagas que, junto a la de Leigh Bardugo, se han convertido en un éxito con una comunidad de lectores increíble. Dos ejemplos son: la saga Trono de cristal de Sarah J. Maas, que lleva cinco ediciones en su primer año de publicación y la saga Los habitantes del aire de Holly Black, donde el mundo de las hadas y el mundo real se unen en unas novelas repletas de sorpresas, traiciones y amor que han cautivado a su público (la saga ya cuenta con 100.000 ejemplares vendidos en España).
Hay un nexo común que une a todas estas historias y que puede guardar relación con el reciente auge del género, y es la sensación de realidad que se transmite dentro de las novelas. Aunque es cierto que se ambientan en lugares ficticios, estos libros reflejan problemas sociales y han sabido adaptarse a la actualidad y a los sucesos que ocurren en ella. Escritas mayoritariamente por mujeres, estas novelas se ambientan en mundos completamente diferentes, pero todas ellas se alejan del canon clásico de la fantasía apostando por obras donde la diversidad y la visión femenina se hacen notar. De esta forma, protagonistas fuertes, tramas originales y cautivadoras y una nueva y más actual forma de imaginar universos pueden estar consiguiendo que la fantasía llegue a convertirse en uno de los géneros más potentes para los jóvenes adultos.
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