Un joven violinista italiano, que se gana la vida tocando en los velatorios que se celebran en un tanatorio de Barcelona, es encontrado muerto de veintiún balazos dentro de un ataúd. El ritual del crimen y el hecho de haber sido perpetrado por Layla, una legendaria sicaria que solo trabaja para clientes muy poderosos, sugieren que algo muy turbio rodea la vida del músico.
Esta novela, la segunda de Bernardo Muñoz Carvajal, nos acerca a unos personajes coloridos, entrañables y algunos bastante extravagantes. La trama nos enganchará desde el primer momento, habrá momentos divertidos en la historia, algunos duros y otros alegres, que nos dejarán un buen sabor de boca tras su lectura.
Nos imaginaremos en las calles de Barcelona, en los bares, en los restaurantes, incluso en el tanatorio y lugares como la librería Laie, donde arranca la historia.
La novela va más allá del género policíaco por su ternura y compasión hacia los protagonistas que la habitan.
Bernardo Muñoz Carvajal nació en Barcelona en 1961. Tras estudiar Ciencias de la Información, su carrera profesional se ha desarrollado dentro del ámbito comercial y del marketing, trabajando tanto por cuenta propia como para diferentes empresas.
En la actualidad ejerce como responsable de comunicación de una entidad del tercer sector, especializada en mejorar la calidad de vida a personas con diagnóstico de salud mental. Casado y con una hija, reside desde 1991 en la localidad de Premià de Mar.
Autor de diversos relatos cortos, ha sido también el creador de varios blogs especializados en actualidad y literatura.
En su faceta de novelista ha publicado El enigma Recasens (Funambulista, 2019).
Bernardo Muñoz es el creador del detective Víctor Itóiz, protagonista de sus novelas.
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