La globalización es un cutrerío. Prefiero festejar a santa Cunegunda o san Honorato que el día mundial de los calvos, del beso, del huevo, de la sonrisa, de Harry Potter y así hasta 365 gilipolleces. No me los he inventado, los días mundiales que has leído y otros más ridículos aún, son el santoral laico que se ha sacado de la entrepierna alguna institución pública de chichinabo que vive como dios a nuestra costa.
Estamos arruinados, no nos llega la camisa al culo, nos van a cortar el gas, la luz y el agua, pero España es uno de los países europeos que más cachondeo y más días festivos tiene. Y sin embargo, también es donde más horas se trabaja. Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, el problema es que se confunde “trabajar” con estar sentado en el puesto de trabajo. Y desde ahora te digo que esto no tiene arreglo. Por mucho que se empeñe la ministra Yolanda Díaz y el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez. Dicen que van a modernizar la Reforma Laboral. Te partes la caja, tío. Eso sí, se nota que tienen buen rollo. Sobre todo si hablan de fondos de armario, de fulares y de peinados con ondas al agua. La veleidad también es una metodología. Elije Calviño: Susto o muerte.
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