El ministro de Exteriores dijo a
Sergio Ramírez que, pese a las “acusaciones infundadas, este siempre será tu país y tu casa doblemente”: porque ya cuenta con la nacionalidad española y porque “este es el país de la libertad y la democracia”. “Eres un referente literario, pero también moral e intelectual”, sentenció, para destacar que su trayectoria está marcada por la defensa de la democracia y los derechos fundamentales. Por ello, “puedes contar con España y con el Gobierno de España en esos momentos difíciles”.
El director del Instituto Cervantes recordó que conoció a Ramírez a finales de los años setenta, cuando militó en un comité de Solidaridad con Centroamérica y trabajó con Ernesto Cardenal, Gioconda Belli o el propio Sergio Ramírez. El dictador Somoza lo persiguió por las mismas razones que hoy utiliza Daniel Ortega, lo cual significa que “defendemos los mismos valores que hemos defendido siempre”.
Luis García Montero, que en 2019 inauguró en el Cervantes de Hamburgo la biblioteca con el nombre del nicaragüense, anunció que el autor de “Castigo divino” realizará en los próximos meses una gira por centros del Instituto en el Reino Unido, Alemania y Francia.
Hubo un tiempo, afirmó, en el que “las críticas de los caudillos utilizaban algo en lo que tenían razón, recordaban ciertas escenas, ciertas dinámicas que recordaban el imperialismo, la conquista, la prepotencia, la retórica imperial”. Pero “España ha cambiado completamente, y hoy cuando un caudillo se mete con España, se mete con la defensa de los valores de la democracia tanto en nuestro país como en todos los países que quieran contar con nosotros”.
Por eso, concluyó, “es un honor tenerte aquí”, porque “no nos olvidamos que para España la cultura es una apuesta por la democracia y por los valores de la convivencia y del ser humano”.
Sergio Ramírez confesó sentirse “verdaderamente abrumado” por la gran cantidad de apoyos recibidos: “me hace llevar mejor el exilio forzado, que es lo más duro a lo que alguien puede ser sometido” por una dictadura enemiga de los libros. Ramírez se reivindicó como un escritor, no como un político (su etapa cono vicepresidente de su país, con Ortega al frente, quedó muy lejos), pero ahora se le persigue por su más reciente novela,
Tongolele no sabía bailar, que desnuda las violaciones de los derechos humanos en las calles de Managua y otras ciudades en 2018.
Contenido de los legados
Más allá de la dura situación por la que atraviesa, Sergio Ramírez elogió a su admirado Rubén Darío, el máximo representante del modernismo literario en lengua española, de quien dejó un legado “in memoriam” en la caja número 722 con dos objetos. Se trata de una cajita redonda de madera con tierra tomada del jardín de la casa solariega del autor en la ciudad de León, donde hoy se encuentra la el museo-archivo de Darío. Y además, una primera edición (de 1905) de “Cantos de vida y esperanza”, considerada como la obra cumbre de la poesía dariniana.
El otro gran protagonista de este lunes fue
Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras 2015. El escritor cubano más publicado y reconocido en la actualidad depositó en la caja 697 la primera versión de “La novela de mi vida” (2002), un copioso conjunto de folios que contienen múltiples anotaciones de la directora-fundadora de Tusquets, Beatriz de Moura.
Con esta donación al Instituto Cervantes, que pasará de las Caja de las Letras a la Biblioteca Patrimonial, Padura ha querido rendir un homenaje “a una persona fundamental en mi carrera y en la de otros muchos escritores” y agradecer la labor de la reconocida editora en su respaldo y ayuda a los autores.
También dejó “las primeras páginas, aún anteriores al proceso de escritura” de “Como polvo en el viento” (2020), su obra narrativa más reciente. Este documento, “para mí muy revelador”, quedará en la Caja de las Letras por un tiempo que todavía no ha decidido, afirmó el novelista, crítico literario, ensayista y autor de guiones de películas.
Tras la entrega de los legados, el Instituto Cervantes presentó un libro sobre su obra con la que abre una colección que analizará la creación de escritores hispanohablantes contemporáneos. Este primer volumen se titula
“La escritura de Leonardo Padura”, y analiza cuestiones generales de la variada obra del novelista y ensayista y sobre algunos de sus títulos más destacados.
Padura dialogó sobre esta obra colectiva con el editor y periodista
Juan Cruz, el escritor
Sergio Ramírez, y el crítico de arte, investigador y poeta
Rafael Acosta de Arriba, responsable de la edición junto con Stephen Silverstein.
Con este título el Instituto Cervantes inaugura
Las ínsulas prometidas, una colección de estudios críticos e investigaciones académicas que analizarán la creación de escritores de la comunidad panhispánica contemporánea.
A los legados de hoy le seguirán esta semana otras entregas de carácter iberoamericano: mañana, del salvadoreño
Horacio Castellanos, y el jueves, de la
ministra colombiana de Cultura, además de otro (el miércoles) de la editorial Planeta con motivo del 70.º aniversario del premio literario que concede anualmente. Con estas actividades, y el acto que se tendrá lugar en el Congreso de los Diputados el próximo viernes, culminarán las celebraciones del 30.º aniversario de la creación del Instituto Cervantes.