Con unas gotas de aceite de oliva, es un aperitivo delicioso. Otra cosa es que el pepinillo y la aceituna parezcan una alegoría de la economía española. O sea, como si nos dieran por saco. Y tienes razón. No voy a entrar en datos de deuda pública, paro, eres, ertes ni Ipecés. Yo voy a lo mío. Y lo mío es el contubernio de la cultura.
Decía Goebbels “cuando oigo la palabra cultura, echo mano a la pistola”. Algo hemos mejorado, ahora echamos mano a la cartera. El Ministerio de Cultura reparte un millón de euros de Fondos Europeos entre cien autores que van a disfrutar dos meses en el extranjero a 10.000 euros por barba para su “crecimiento personal”. Te quedas acojonao. Pero es lo que hay, un gobierno clientelista y generoso con sus “intelectuales”. ¿Quién valora la calidad? La última película de Juan Diego Botto “Los Europeos” (2020) recibió 700.000 euros del Ministerio y recaudó 6.400. ¿Por qué hay que subvencionar el cine, el arte o la literatura? Y menos aún con la miseria en la puerta. Yo misma tendré que elegir entre aceitunas o pepinillos. Es mucho vicio, tío. O lo uno o lo otro. No me llega pa`tanto.
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