Para su lanzamiento en nuestra tierra, la editorial Planeta organizó en la noche de ayer una pequeña presentación en un entorno privilegiado de Madrid: el lago de la Casa de Campo. Un lugar muy apropiado ya que la nueva obra de la autora nacida en Zimbabue se desarrolla en el Regent´s Canal, conocido como la Venecia londinense, donde hay muchas casas flotantes, precisamente en uno de esos barcos aparece el cadáver de Daniel. El misterio está servido.
Pero hay más misterios, según contó la presentadora del acto los hackers intentaron hacerse con el texto de la novela antes de su publicación. Serían, seguramente, unos hackers muy intelectuales y, claro está, también para hacerse ricos con la venta del libro. Y no me extraña porque de sus dos libros anteriores se han vendido más de 27 millones de libros y... subiendo. Según los calculos de la editorial, se venden un libro de Paula Hawkins cada seis segundos y si se juntasen todos los volúmenes se podrían llenar el Santiago Bernabéu unas veinte veces hasta el tercer anfiteatro. Todo un fenómeno de ventas.
Y así fue la presentación: fenomenal. A los invitados al acto nos hicieron que nos tapásemos los ojos con una venda negra para ellos. Vamos que no sólo teníamos que tener la boca y la nariz tapadas sino también los ojos. De dicha guisa escuchamos a tres actrices que interpretaron unos pasajes de la novela. Cada una en el papel de una de las tres protagonistas: Laura, Carla y Miriam. Eso nos dio una visión general de la trama de la novela, donde todas podrían ser culpables del asesinato de Daniel o, por lo menos, eso nos quisieron hacer creer.
Ese descubrimiento del cuerpo del joven asesinado brutalmente en una casa flotante de Londres desencadena sospechas sobre esas tres mujeres. Laura es la chica conflictiva que quedó con la víctima la noche en que murió; Carla, aun de luto por la muerte de un familiar, es la tía del joven, y Miriam es la indiscreta vecina que oculta información sobre el caso a la policía. Tres mujeres que no se conocen, pero que tienen distintas conexiones con la víctima. Tres mujeres que, por diferentes razones, viven con resentimiento y que, consciente o inconscientemente, esperan el momento de reparar el daño que se les ha hecho.
Sólo tres periodistas españoles tuvieron la posibilidad de leer el libro antes de su publicación. Dos de ellos, Carmen Naranjo, de la Agencia EFE y Eduardo Bravo, periodista free-lance que trabaja en Mujer Hoy, estuvieron presentes en el acto. Tuvieron que firmar un contrato de confidencialidad para poder leerlo, comprometiéndose a no contar nada sobre la novela. Pero si nos dieron una pista: los personajes femeninos son más potentes que los masculinos. Los hombres son mucho más pusilánimes y fraudolentos, nos anticiparon sin querer decir nada más. La intriga quedó sembrada.
A fuego lento llega después de dos grandes éxitos de la autora inglesa. Tras La chica del tren, que se convirtió en uno de los mayores fenómenos literarios de la década, Paula Hawkins publicó su segunda novela, Escrito en el agua. Con ellas estuvo más de cien semanas en las listas de los libros más vendidos en numerosos países y revolucionó el género negro, haciendo mundialmente famoso el domestic noir, la novela de suspense ambientada en el ámbito doméstico, protagonizada por personajes en los que cualquiera de nosotros podríamos reconocernos.
«Vivo cerca del Regent’s Canal, un lugar muy típicamente londinense. No sé si solo me pasa a mí, igual sí, pero cuando paseo por allí, suelo buscar sitios que podrían ser buenas opciones si uno quisiera deshacerse de un cadáver, y entonces, un día reparé en que hay algunas barcazas del canal que parecen haber sido abandonadas e incluso hay algunas parcialmente sumergidas; y caí asimismo en la cuenta de que, si a alguien se le ocurriera esconder un cadáver en una de estas, podrían pasar días, incluso semanas, sin que nadie lo descubriera… Aquí comenzó todo.» Paula Hawkins
A fuego lento desprende en cada página la esencia del estilo de Paula Hawkins: narradores poco fiables que podrían ser cualquier persona corriente, una investigación policial que se va desarrollando en capítulos cortos que mantienen al lector en vilo en todo momento, una manera brillante de dosificar el suspense y un escenario real, la pequeña Venecia de Londres. Además, la autora introduce temas universales con los que sentirse identificado: las trampas que nos tiende nuestra memoria, cómo nos afectan los traumas del pasado o cómo nos ciegan los prejuicios sociales. Y por favor, no confunda el título con un libro de Arguiñano o de cualquier otro famoso chef. Los que se cocina a fuego lento en el crimen.
Paula Hawkins trabajó como periodista más de quince años antes de pasarse a la ficción. Nacida y criada en Zimbabue, se mudó a Londres en 1989 y vive allí desde entonces. Su nombre dio la vuelta al mundo cuando publicó La chica del tren y se consolidó después con Escrito en el agua. Durante años sus libros han estado en las listas de los libros más vendidos de todo el mundo, con más de 27 millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países. Paula Hawkins se ha convertido en uno de los mayores fenómenos editoriales de la última década.
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