Josefa de Jovellanos: el espíritu de la ilustración de una poeta asturiana sábado 28 de agosto de 2021, 08:00h
A la sombra de un hermano famoso, por quien siempre sintió admiración, destaca su labor educadora en la sociedad del neoclasicismo. Perteneciente a la generación de escritores “de medio siglo”, conocidos son sus poemas en bable atendiendo a la ideología ilustrada del momento. Josefa de Jovellanos y Jove Ramírez (1745-1807), Pepa para su hermano mayor Melchor Gaspar, nació en Gijón y murió siendo sor Josefa de san Juan Bautista en el convento de las Madres Recoletas Agustinas Descalzas de la misma ciudad. Felizmente casada, la muerte de sus tres hijas, su madre y su marido asolan su joven vida. Infortunios vitales que la llevan a encontrar consuelo en la religión conventual a sus 48 años, después de vivir en Madrid y ser una de las más famosas anfitrionas ilustradas de la intelectualidad capitalina de aquella época. Abocada por consejo de su siempre admirado hermano, a enterrar posibles emociones y alguna pasión, se dedica en cuerpo y alma a la educación y al amparo de los pobres, realizando obras de caridad. Funda una escuela para niñas desfavorecidas, la famosa Enseñanza Caritativa de Nuestra Señora de los Dolores. Hasta sus últimos días. En sus versos (tercetos encadenados) encontramos la denuncia de la falta de equidad social en la España dieciochesca. Su sensibilidad le permitió atisbar una pobre población sin futuro en medio de fiestas palaciegas. Su obra se publicó en Colección de poesías en dialecto asturiano con una amarga crítica social. Mantuvo una fluida correspondencia con su hermano para aliviar la soledad de ambos: ella desde el convento y él desde la prisión de Bellver. Sus poemas describen una realidad palpable pero muchas veces ignorada o escamoteada por los escritores de primera línea, hombres, y en su mayoría afrancesados poco afectos a su país de origen. En los siguientes versos se advierte su queja personal haciendo gala de una fina ironía: Dixo que el Rei y la Reina era gente d´emportanza, todos dixeron amén y yo di una carcaxada.
Destacan hechos y acontecimientos que tuvieron lugar a finales de la centuria y entre loas y cierto humor observamos una escritura corrosiva que denunciaba injusticias sociales. Lamenta sin paliativos ni contemplaciones el despilfarro de todo el oropel que suponen los fastos que se llevan a cabo con motivo de la coronación de Carlos IV: De fame anda la xente espavorida; lles llágrimes ñon más tien por vianda, y ñon pueden a cuestes cola vida. Se aprecia una claridad de estilo y de intenciones por su contundencia que matiza con la rima poemática. En la actualidad se la considera una de las escritoras referenciales en la literatura asturiana. Su obra no pasa desapercibida en los nuevos planes de estudio para reivindicar la labor de una mujer ilustrada, desde el punto de vista humanitario y poético. De gran prestigio es el premio que lleva su propio nombre para galardonar novelas en asturiano. Su vida y su obra suponen, una vez más, el ejemplo palmario de muchas féminas eclipsadas por la historia de propios y extraños. Puedes comprar sus libros en:
Noticias relacionadas+ 0 comentarios
|
|
|