En la cimentación de este sueño yacen loables objetivos adoptados por todo el equipo de trabajo y que han tenido, también, la acogida entre nuestros escritores(as) y artistas invitados(as). Y es por ello que, en esta búsqueda de ofrecer un inmejorable producto a los lectores, hemos reclutado a varios(as) y buenos(as) orfebres de la palabra y de las artes plásticas, los cuales, aportando su granito de arena, vienen a engalanar este presente y por ello se les agradece y menciona a continuación:
En narrativa y ensayo
Jacqueline Coto Torres (Cartago) nos comparte su texto “Envidia a los camellos”, el cual es una comparación entre ese animal sumiso y una niñita que aprende sobre la obediencia. Minor Arias Uva (San José) nos comparte dos cuentos: “El dedo de Odilón” y “El fantasma de don Ismael”, ambos textos recogen el folclor nuestro en cuanto a que se explota el terror, las creencias e historias que, de algún momento, fueron contadas por nuestros abuelos. Miguel Fajardo Corea (Guanacaste), comparte con nosotros su texto “Costa Rica en la independencia centroamericana”, en él nos pone en un marco histórico y de valoración sobre la palabra “libertad”, y su implicancia en la actualidad. Por otra parte, Osvaldo Corrales Jiménez (San José) con su artículo “Costa Rica, una nación sin ejército y que aboga por la paz” invita a una reflexión sobre lo que han significado tantos años sin poseer fuerzas armadas. Su trabajo hace un valioso recorrido desde nuestros primeros años como provincia de la Capitanía General de Guatemala hasta llegar a un contexto actual. Lucía Alfaro Araya (San José) y su texto “La visita” nos coloca en medio de una reunión de amigos que se da en Coronado y la cual, aparentemente, terminará en una inesperada desgracia.
En poesía
Yordan Arroyo Carvajal (Alajuela) nos comparte dos poemas “Presente ausente” y “Etimología de la palabra dolor”, el primero invita a redescubrir nuestra esencia en el ayer pues, este, con el pasar del tiempo, se pone en manifiesto y el segundo, aborda un plano existencialista sobre la palabra “dolor”. Clotilde Odette Ortega Elizondo (San José) hace un recuento histórico y emotivo sobre lo que representó nuestra independencia, para ello se vale de dos poemas “Quince de setiembre de mil ochocientos veintiuno” y “Bicentenario centroamericano”. Daniela Herrera Arguedas (San José) pone sobre la palestra dos poesías “Peregrino” y “Muerte”, y nos invita a reflexionar hondamente en ambos temas. Adrián Montenegro Montenegro (San José) sirve sus poemas “En aguas tranquilas” y “Figuras infantes”, el primero como reflexión profunda ante la vida y el siguiente, nos recuerda, de algún modo, la corrupción de la infancia e inocencia que acontece con el pasar de los años. Dayliana Carranza Méndez presenta dos poemas: “Sueños del trópico” que recuerda a esa naturaleza que habita en nosotros mismos y “Quimeras con resaca”, interesante esbozo de lo que fuimos y hemos vivido. Finalmente, Nancy Banard Camacho, ofrece dos poemas “Hija de Lillith” y “Tu rostro en mi pared”. El primero reconoce la figura de Francisca Carrasco y su rol como mujer en la campaña del 56 y, el segundo, evoca a la figura del revolucionario e indígena, Pablo Presbere.
En artes plásticas
José Eduardo Torres Madrigal (Alajuela) con su obra “Jorge Debravo” nos reencuentra con aquel gigantesco poeta costarricense, a quien debemos la celebración del Día Nacional de la Poesía. Es por ello que el apartado para Costa Rica inicia con esta imagen tan representativa. Ligia Calderón Valerín (Cartago) y su obra “Collage Flora y Fauna de Costa Rica“, nos regala un encantador paseo a través de la exuberante flora y la fauna que impera en nuestro país. Básicamente, nos acerca a nuestros refugios de vida silvestre. Nicole Paola Ramírez Sancho (San José) comparte con nosotros su obra “Costa Rica surrealista” donde se exaltan figuras emblemáticas como Carmen Lyra y Juan Santamaría (niño), y otras más folclóricas como Tío Conejo, Cocorí, La Cegua y la mismísima Llorona.
Finalmente, Niki Sáenz Kums (San José) envió sus obras “Hasta aquí” y “Atardecer”. La primera fue creada como su propuesta para el concurso de la portada del libro y nos muestra a las aves nacionales de todos los países centroamericanos. Se destaca un celaje azul y estrellado que cubre a todos por igual. La segunda es una muestra de su quehacer como muralista, ya que es una obra alargada y pintada al lado de una piscina en una finca privada, la cual tiene como temática un paisaje compuesto entre flora y fauna (simbolizado, así, con los elementos jaguar y lirios), y que muestra la transición entre el día, el atardecer y, luego, la noche.
El autor es escritor, poeta, docente y coordinador por Costa Rica de la Antología del Bicentenario de Centroamérica.
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