En Windsor están acojonados, el aprendiz de brujo los va a poner de chupa de dómine. Su aburrido hermano Guillermo, la insípida Kate, la maléfica Camila y su padre Carlos, eterno aspirante al trono, andan con el culo prieto. La única que se salva es su abuela. La reina Isabel conoce muy bien a Harry y sabe que por muy british y pelirrojo que parezca es la oveja negra de la familia. Espero que no sea delito de odio llamarle pelirrojo.
La reina protege a Harry para que no se sienta discriminado por su presunta genealogía bastarda. Diana de Gales vivió un sonado romance con un monitor de equitación de un escandaloso parecido físico con Harry. Lady Di era muy cabecita loca, pero Isabel II fue muy cruel con ella. Y ahora cumple la penitencia que Diana de Gales, a través de su hijo, le impone desde el Más Allá. No es una peli gótica, tío. El que la hace la paga. Y la paga aquí, no “Allá”. También te digo que Harry es un niñato consentido y sus memorias podrían titularse “Los amores ingratos”. Hay muchas formas de desamor. Yo te propongo “Los amores ingenuos” la novela que presento el viernes 30 en La Casa del Libro de San Sebastián. Una morbosa historia que muestra el rostro más falso y espurio del amor. ¡ L`amour, Oh, lala!
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