Desde hace 32 años se falla en la Semana Negra de Gijón el Premio Rodolfo Walsh, y conviene recordar que en aquella España de 1989 pocos conocían o sabían quién había sido Rodolfo Walsh y qué importante había sido su contribución y su vida para el periodismo y la literatura escrita en castellano.
Muchos de los novelistas que han pasado por la Semana Negra llegaron como periodistas; citar entre ellos, por resumir, al cubano Leonardo Padura y al italiano Bruno Arpaia. Otros llegaron y siguen siendo periodistas de referencia, como el argentino Juan Gasparini o Ernesto Ekaizer. Todos ellos, literatos. Convivientes en esa importante rama de la literatura que es el periodismo narrativo.
Este año en la edición XXXIV SN participan un grupo de practicantes del periodismo de primer nivel. Unos, con libro para presentar; otros, para acompañar los libros de otros colegas; y todos, para debatir el presente cultural y social y lo que nos ha traído hasta aquí.
Los nombres producen vértigo: Eva Orúe, Enric Juliana, Daniel Bernabé, Berna González Harbour, Víctor García Guerrero, Javier Valenzuela, Manuel Marlaska, Carolina Sarmiento, Esteban Hernández, Luis Rendueles, Marta Robles, José Sanclemente, Fernando Olmeda, Mabel Lozano, Sara Gutiérrez, Mariano Sánchez Soler…
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