La presencia de Santiago apenas está documentada. Sin embargo, existen pocas dudas de su existencia. Al menos, las mismas que sobre la misma existencia de Cristo. Los evangelios hablan en multitud de ocasiones de Santiago como uno de los tres discípulos preferidos de Jesús de Nazaret, junto a su hermano Juan y a Simón Pedro.
Más allá de las fuentes bíblicas, Flavio Josefo se refiere al martirio del apóstol en sus Antigüedades judías, al igual que Eusebio de Cesarea, en 285. Sin embargo, la gran pregunta continuaba sin ser contestada: ¿Llegó a viajar Santiago a Hispania? Nadie lo sabe.
Las primeras referencias a su posible presencia en nuestro país aparecen en el tratado Sobre la Trinidad de Dídimo el Ciego, en el siglo IV, que alude a que uno de los doce apóstoles predicó el Evangelio en España. Su discípulo San Jerónimo también habla de ello en su Comentario a Isaías. Después, el más absoluto silencio, hasta bien entrado el siglo VI, con la publicación del Breviarum Apostolorum y el libro De Ortu et Obitu Patrum.
Pero, ¿son los restos de Santiago los que se conservan en Compostela? Esa es materia para otra novela, para la que sí contaríamos con abundante documentación. Tal vez en otra ocasión.
SINOPSIS
Hispania, siglo I. Tres extranjeros caminan, sin rumbo conocido, por la península. Uno de ellos, quien les dirige, no es otro que Santiago, el hijo del Zebedeo, hermano de Juan y discípulo de Jesús.
Santiago era la fuerza, el impulso, el desborde de pasión. Todos escuchaban a Pedro, se deleitaban con Juan… pero si había que atreverse a dar un paso adelante, todos los ojos se dirigían al Hijo del Trueno. Ya lo indicaba su nombre, único en la estirpe de Jacob. «Dios nos protege», y Santiago siempre había estado dispuesto a empuñar la espada, a dejarse la piel por los suyos.
Nunca supo decir «no» a su maestro. Le falló mil veces, se quedó dormido mientras él necesitaba que lo acompañaran, en ocasiones soñó con un puesto en el futuro gobierno de la nueva Israel. Fue prepotente, soberbio, excesivo… pero jamás se negó a nada que Él le pidiera.
En la primera ficción que novela la vida de Santiago en España, Jesús Bastante recrea la vida y milagros del apóstol; también la de quienes les guían y la de sus perseguidores. Brujas, magos, mercenarios, asesinos… hasta la Virgen María. Por primera vez se novela la vida del hombre cuya tumba, en Compostela, ha configurado la mayor peregrinación de la historia de la humanidad.
Jesús Bastante Liébana (Madrid, 1976) es escritor, periodista, exmaratoniano y padre de un pequeño torbellino de dos años y medio. No necesariamente por este orden. Licenciado en Ciencias de la Información, frustrado historiador del arte, ha sido responsable de Información Religiosa en ABC y Público. Cofundador y actual redactor jefe de Religión Digital, el principal portal de información socio-religiosa del mundo en castellano, también coordina esta sección en elDiario.es.
Asiduo colaborador en televisión y radio, ha publicado una quincena de libros, en su mayor parte ensayos, desde Los curas de ETA (2004) a Dímelo en cristiano (2016). También ha tenido dos incursiones en la novela: Cisma (2008) e … Y resucité de entre los muertos (2012). Es autor de las biografías de dos papas (Benedicto XVI y Francisco), dos obispos (Setién y Osoro) y de uno de los personajes más conocidos, y queridos, de este país, el padre Ángel García, todas ellas en esta editorial.
Ha recorrido (y, en algún caso, corrido) en una decena de ocasiones el Camino (los caminos) de Santiago, y no tiene ni la más remota idea de dónde se encuentra su personal Finisterre (si es que existe el fin del mundo). Eso sí, cuenta con su Ultreia particular. Diego, que espera aprenda pronto a leer, una de las razones por las que escribe.
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