Acaba de sacar su primer libro “Musicales. Los 50 mejores espectáculos de Broadway” con la editorial Lunwerg Editores. El autor hace un recorrido por los musicales más importantes de la historia.
Este libro supone tu debut como autor de divulgación teatral. ¿Cómo nace?
La idea del libro surgió hace ya bastantes años. Conforme iba creciendo mi interés por los musicales fui constatando al mismo tiempo que los aficionados españoles al género no contábamos con obras de referencia en castellano que nos permitieran profundizar en esta disciplina teatral. Así, frente a la variada oferta de títulos sobre el tema disponibles en el ámbito anglosajón, no existían, en cambio, publicaciones similares en España o Latinoamérica. Por ello, pensé que sería una buena idea intentar cubrir ese hueco editorial, pensando, sobre todo, en las nuevas generaciones de jóvenes que – como me ocurrió a mi hace un par de décadas – se van sumergiendo en este mundo que cuenta cada vez con más adeptos en nuestro país.
Tú interés por los musicales se despierta en 1995, y desde entonces no has parado de profundizar en los entresijos del teatro musical. ¿Hay un final o por el contrario siempre queda algo por conocer de este genero?
Siempre hay algo nuevo que aprender, ¡sin duda! El teatro musical nunca se agota: repasar sus más de cien años de vida supone adentrarse en una historia rica y variada, en la que nunca faltan obras, compositores o directores que descubrir o redescubrir. Además, es un género en constante renovación que con el paso de los años va sumando nuevos talentos, enfoques y temáticas. Y no hay que olvidar que – pese a tener un marcado sello estadounidense y británico – su popularidad actual es enorme en todo el mundo, así que son numerosos los proyectos que cada temporada se originan fuera de los epicentros de Londres o Nueva York. Eso amplía notablemente las posibilidades para el aficionado.
¿Es el musical algo del siglo XX o del XXI?
El musical tal y como hoy lo conocemos fue, junto al cine, una forma de entretenimiento que fue creciendo conforme lo hacía el siglo XX. Pese a los agoreros que cada cierto tiempo anunciaban su muerte el género siguió evolucionando y ya en el nuevo milenio, – avanza con más fuerza si cabe. Podríamos decir, por tanto, que el musical es algo del siglo XX que goza de buena salud también en el siglo XXI.
Luis, en tú libro haces un recorrido por los 50 espectáculos de Broadway más importantes de la historia. ¿Están todos los que son o faltan algunos por mencionar?
Cuando comencé a preparar este proyecto, mi idea era hablar de 100 musicales destacados de la historia. Finalmente, decidimos dejarlo en la mitad por razones de espacio. Así que, obviamente, se han quedado fuera algunos títulos relevantes. Como menciono en la introducción del libro, probablemente haya aficionados que echen de menos joyas clásicas como Carousel, de Rodgers y Hammerstein, o musicales icónicos de Stephen Sondheim, como A Little Night Music. Probablemente, no les falte razón. Quizás esas obras y otras muchas encuentren su hueco en próximas aventuras editoriales. Yo tenía claro que el libro debía ofrecer una panorámica lo más amplia posible de la historia del género, que incluyera musicales de todas las épocas (a lo largo de nueve décadas, entre 1927 y 2016) así como una variada representación de autores y temáticas. Ese ha sido el criterio que ha primado a la hora de hacer la selección de las 50 obras.
¿Cómo te has documentado para escribirlo?
Básicamente, releyendo la amplia colección de libros sobre teatro musical que han ido conformando mi biblioteca a lo largo de los últimos 25 años, en su mayoría publicados en Estados Unidos y Gran Bretaña. Junto a ello, he revisado cientos de libretos de CDs, programas teatrales, folletos y todo tipo de memorabilia, que han resultado ser una herramienta vital a la hora de documentarme para el libro. Finalmente, también internet ha sido una valiosa fuente de información, mediante la consulta de páginas web especializadas en Broadway y los musicales en general.
¿Tienes alguna obra que te guste en especial?
Sí, tengo mis musicales favoritos; Chicago, Evita, Miss Saigon, A Chorus Line o Sunset Boulevard están muy altos en mi lista, junto a otros quizás menos conocidos, como Ragtime. También tengo debilidad por una obra maestra de Sondheim, Follies. Y entre los más recientes es imposible no quitarse el sombrero ante Hamilton de Lin-Manuel Miranda.
En el libro citas que hay “capitales del musical”, como Nueva York, Londres y, cada vez más, Madrid ¿van en este orden las capitales del musical?
Madrid ha crecido enormemente en los últimos veinte años como una ciudad que apuesta seriamente por el musical pero creo que aún le queda algo de camino por recorrer para estar al nivel de otras capitales europeas como Hamburgo o Viena. El mercado japonés y el coreano son ambos muy potentes, con una industria del musical muy desarrollada en Tokio y Seúl que satisface las exigencias de un público que ama los musicales. Pero nada se acerca a la dimensión que han adquirido desde hace décadas Nueva York y Londres como auténticas mecas de este tipo de espectáculos. Su reinado no está en juego.
En nuestro país, los musicales facturan más que todo el cine español, pero la prensa y en general oímos o leemos más sobre la cartelera de cine que de musicales ¿Cuál crees que puede ser el motivo?
No tengo una respuesta clara al respecto. Probablemente la avasalladora inversión en publicidad de los grandes estudios cinematográficos tenga algo que ver. De todas formas, afortunadamente, cada vez más las producciones teatrales logran hacerse un hueco en los medios de comunicación españoles. El boca-oreja suele hacer el resto.
El libro cuenta con una amplia información, sinópsis, ficha técnica, anécdotas, curiosidades, además de un diccionario de términos relacionados con este género teatral ¿Cuánto tiempo te ha llevado reunir todas las piezas que conforman este libro?
Hace cuatro años empecé la documentación para el libro, que ha sido clave para dar forma a todas esas piezas que mencionas. Una vez localizada toda esa información, la escritura del libro ha sido relativamente rápida. Me llevó unos ocho meses completar los 50 capítulos del libro, entre septiembre del año pasado y marzo del presente.
Puedes comprar el libro en: