"Cuaderno de historia" (Editorial Pre-Textos, 2021) es el último libro de poemas del escritor Manuel Rico, poeta, narrador, periodista, crítico español y presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE). Su obra literaria editada incluye libros de poemas, narrativa y obra crítica, así como artículos publicados en revistas y periódicos. Dirige, desde 1999, la colección de poesía de Bartleby Editores. Es importante ahondar en la escritura de Manuel Rico, en su historia, en el origen y en la estructura del libro Cuaderno de historia para perfilar las líneas que definen y estructuran su poética. Cuaderno de historia contiene versos escritos por Manuel Rico entre 2009 y 2018. Comenzó su cuaderno con un poema inacabado hasta que al cabo de los diez años lo dio por concluido. Se añade un poema, redactado en 2020 y nacido en plena pandemia, titulado “Encierro y soledad” que refleja una situación distópica del momento de la escritura del poeta. Desde el primer poema ya se perfilan las características de una escritura reflexiva, observadora ante la realidad y con gran nitidez en su expresión. Manuel Rico penetra en sus raíces y ofrece una visión de su vida a lo largo de la historia. Indaga y profundiza en la memoria a través de los detalles de la vida cotidiana que le ha rodeado desde su infancia. La obra está dividida en seis partes y un epílogo, agrupando los poemas dispuestos por afinidad temática. Con una dedicatoria a Martín y a Abril, el autor sitúa al comienzo del texto una cita de Denise Levertov y nos introduce en la historia de sus versos con dos poemas que anteceden a la primera parte. En cada una de ellas, Rico nos explica los caminos inciertos de su poética a través de los espacios y lugares que encierran su historia y forman parte de su autobiografía. Desde la primera cita de la primera parte surge la acotación de los espacios, “Todo poema acota un espacio y lo funda, baliza un territorio” (Fermín Herrero). El libro se inicia con palabras que nos dan noticias de la ciudad, uno de los espacios poéticos que envuelven a Cuaderno de historia. El paisaje de Madrid rodea al poemario, refleja una serie de imágenes que aspiran a situar al lector frente al texto. Un mundo reconocible de plazas y calles, barrios que ponen de manifiesto la evolución de la ciudad, lugares que forman el mapa poético vivido en cada poema. Un discurso alentado por las emociones y sentimientos del poeta rememorado en la ciudad de Madrid a través de la ventana abierta de par en par a la memoria individual y a su vez, colectiva. En la primera parte “Así se hizo”, Rico refleja los recuerdos de las calles que le permitieron conocer y amar Madrid, rememorar aquellos olores desolados que rodean a las ciudades, enmarcar los escenarios asociados a su adolescencia y juventud como la calle Canal de Mozambique, lugar de su nacimiento, en un barrio que ya no existe. Un viaje al interior de uno mismo, una travesía que conduce al poeta a una serie de referencias literarias concebidas como una red intertextual y nos recuerda a los lectores la perspicacia de sus poemas con el reflejo de su mirada en el mapa poético para “vivirlo en su propio poema”. Antonio Machado, Ángel González, Ildefonso Manuel Gil, la generación de los 50 le marcan e influyen en su estilo. Un autor que busca la palabra y nos ofrece un discurso sencillo resultado de un proceso creador complicado, repleto de lecturas y pensamiento, lo que le aporta una base sólida en su escritura. La revelación de la identidad se corresponde con la exhibición de la intimidad hasta tal punto que se puede considerar una poesía de introspección en la que Rico bucea en la intimidad y rastrea la identidad íntima a través de sus lecturas, su experiencia histórica, su vida atravesada por el amor, sus hijos y sus nietos, todo bañado con una sustancia biográfica. El poeta indaga en la memoria mediante la inteligibilidad y ahonda con musicalidad en sus versos blancos, medidos y urdidos dentro del poema, mezcla de endecasílabos y alejandrinos, por lo general. Los dos apartados siguientes (“Itinerario” y “Presente en fuga”), con citas de Caballero Bonald y Joseph M. Rodríguez respectivamente, encierran los pensamientos de un viajero que transita por los espacios que marcaron la cultura de la generación del 68. En la cuatro parte, denominada “Intemperie”, el poeta refleja diferentes momentos de su vida con una prosa poética exquisita y cuidada, encabezados por una cita de la poeta, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996, Wisława Szymborska, que indaga en los años pasados revolviendo “en los armarios, cajas y cajones”. La quinta sección “Deudas” como su palabra indica, son las deudas contraídas con personajes que marcaron su existencia durante su juventud y adolescencia. La sección última “Volver a la casa” nos ofrece siete poemas que reflejan sus recuerdos infantiles y trasladan al lector al topoanálisis de lugares íntimos y a la descripción de la casa según Gaston Bachelard – ya que reflejan un entendimiento del espacio basado en experiencias del ser humano. Manuel Rico, tal y como expuso en una reciente tertulia en el Café Gijón, es un escritor de la memoria, a la cual llega a través de diferentes géneros de forma natural y como respuesta a una necesidad interior. Se siente cómodo con la poesía, la literatura de viajes y la novela, en los que es capaz de detener el tiempo y trasladar sus experiencias. Es un poeta de la elegancia, de la generosidad y del humanismo marcado e influido por dos espacios narrativos o poéticos. Al lector le invita a realizar un viaje por sus raíces, su historia, su pasado, en definitiva, por sus espacios. “Ciudad Lineal” es uno de ellos, un proyecto de una ciudad en línea que marcó su infancia y adolescencia, vividas en barrios como Portugalete, Canillas, de la Alegría y en lo que hoy es Arturo Soria. La Sierra Norte de Madrid es otro de los territorios que marcan y definen su escritura. Buitrago y La Hiruela nos acercan a su historia, a los montes, a los pueblos perdidos y olvidados, a las aldeas atrasadas, a los desfiladeros y territorios míticos que para Manuel Rico poseen un valor simbólico. Los paisajes naturales han formado parte de la vida y obra de Manuel a modo a veces, de fotos instantáneas, que plasma en sus textos. El papel del lector es muy importante para Manuel Rico. El lector es un escritor adicional que reconstruye los paisajes a través de la lectura del texto. Reescribe el texto, vive dentro de él y se siente comprometido ya que es el cómplice más absoluto sin el cual, no tendría sentido ni existiría la literatura. En definitiva, leer a Manuel Rico significa penetrar en la excelencia del lenguaje y la elegancia del verso. Una libreta en la mano es su compañera de viaje para trasladar su pensamiento, su humanidad y generosidad a la hoja en blanco en plena travesía.
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