El tema del doble es de gran importancia no sólo en la obra de Merino, sino, en general, en la literatura clásica
Es incuestionable la persistencia del tema del doble en la ficción, tanto si lo buscamos en la narrativa oral como en el mundo de los mitos y, desde luego, en el de la literatura. Hay ejemplos como ‘La historia del reflejo perdido’, de E. T. A. Hoffmann, o ‘La madona de Rubens’, de José Zorrilla. En mi caso el origen de estas tres novelas breves sobre dobles nace en unas chicas que conocí en mi adolescencia, dos hermanas con las que mantuve una relación -no como la del libro- que siempre me intrigaron, porque nunca supe con cuál de las dos estaba. Aquello me hizo pensar muchas veces y de ahí han salido estos amores que están entre la ficción y la realidad, porque habrá muchas personas que habrán vivido relaciones similares, seguro.
“El hechizo de Iris”, la nouvelle que abre el libro es la historia de un muchacho enamorado de dos hermanas gemelas; una la liberada sexualmente, la apasionada; la otra más recatada. Pero contado de un modo que te hace dudar si son dos o es una.
Bueno, esa es la gracia del libro, la duda sobre la personalidad de la mujer amada, porque yo creo que cada uno de nosotros lleva dentro de nosotros un doble. En muchas ocasiones que resultan complicadas, nuestras dudas parecen provenir de dos voces distintas que están en nuestro interior, como si hubiera en nosotros dos consciencias distintas. A mí esa idea me gustó, hay dos hermanas, o al menos es lo que parece ser. El lector podrá llegar a la conclusión de si era una o eran dos. Yo no soy un escritor erótico, pero me gusta tratar la relación sexual con la misma naturalidad que cualquier otra situación. Y aquí, además, tratándose de adolescentes no quise ocultar nada de lo que pudiera ocurrir entre ellos.
“El misterio Vallota” es el texto con más relación con la actualidad, es más que una crónica de la corrupción en España de la clase política y empresarial.
En uno de los tres textos, en el de Vallota, siendo ficción, hago una reflexión sobre la grave corrupción política y empresarial que hemos visto en los últimos años. Como el protagonista, siendo un individuo sin escrúpulos, que solo actúa por interés personal, consigue cautivar a quienes le siguen. Y puede desaparecer, pero acabará reapareciendo, sin dejar de ser amado a pesar de de todas las maldades que haga. Y lo cuento con una cierta perplejidad del narrador.
En “El regreso del cometa” un hombre se enamora de una mujer evanescente, reaparecida desde los neblinosos terrenos de la adolescencia, sin saber si es una mujer o una mariposa.
Sí, es un territorio de brumas, entre el sueño y la realidad, en los resquicios de nuestra mente, por lo que el acto de narrar lo acontecido es terapéutico y revelador. Tengo una serie de influencias innegables. Nací en Galicia, y de ahí absorbí la magia, la bruma, la fantasía, la tendencia a soñar aquello que la bruma no te permite ver, todo lo bueno. Pero muy pronto fui a León, y allí me empapé de la tradición del Filandón, de la tradición oral, de las historias contadas pos las mujeres. Creo que esa tradición es la que hace que haya tan buenos escritores en León.
En todos los textos de Dobles hay un reencuentro pasado mucho tiempo.
La literatura siempre es simbólica, recrea la realidad, y para ellos crea una atmósfera que tiene que ver con lo simbólico. Por ejemplo, en el primer texto está la selva porque me recuerda mis viajes por América en los años 60. La selva es el lugar impenetrable, misterioso, y es un lugar perfecto para que el protagonista se encuentre con su amada, o con las dos; lo que el lector considere. Además, mientras vivimos la realidad estamos viviendo todos los mundos soñados, el pasado y el presente, el lugar donde estamos y los sitios en los que fuimos felices. El reencuentro, cuando ya el recuerdo es borroso, nos da la oportunidad de revivirlo todo y de volver a darle forma en nuestra mente.
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