Con La peregrina de Atón, Melgar se propuso, en un primer momento, contar la historia de Nefertiti, centrándose en su papel como gran estratega política. Hizo toda la planificación en base a esa idea. “Cuando empecé a escribir, ni siquiera había pensado aún en Iltani, su hermana”, asegura el autor. “Fue como si el personaje apareciera de la nada y, poco a poco, se comiera la novela. Cuando llevaba como cien páginas escritas, tuve que volver atrás y replantear toda la escritura, porque ese personaje desconocido, que no formaba parte de mis planes, se había convertido de pronto en la protagonista”. Es por eso por lo que son dos las narradoras que hilvanan esta trama: “Necesitaba a Nefertiti para contar la trama política que hay detrás del periodo de Amarna, para explicar cómo subió Akenatón al trono y cómo fue su compleja sucesión. Pero Iltani es la auténtica protagonista. Al final, es su historia la que quiero contar”, asegura.
Pese a su empeño en que las piezas del ‘puzle histórico’ encajen con las evidencias arqueológicas, la historia de Iltani urdida por Melgar es, fundamentalmente, ficticia. “Existió, en efecto, la reina Mutnodjemet, que posiblemente era hermana de Nefertiti. Se casó con el capitán y posteriormente faraón Horemheb. Esto es todo lo que se sabe de ella”, asegura Melgar. “La he imaginado como una mujer transexual porque existen evidencias de que, en Egipto, la transexualidad estaba relativamente aceptada, aunque no ha llegado hasta nosotros ningún ejemplo concreto más allá del de la reina Hatsepsut, que se convirtió en hombre para ser faraón, aunque más por motivos políticos que por una auténtica cuestión de identidad de género. He querido que Iltani simbolice a todas esas mujeres transexuales que han pasado por la historia sin dejar rastro, quedando completamente olvidadas para las generaciones venideras”.
Salve, oh, Atón, tú que apareces resplandeciente en el cielo. Yo, Mutnodjemet, esclava, sacerdotisa, prostituta y reina, he practicado tu fe en secreto y nunca he dejado de adorarte. Hoy me postro ante ti para pedir que, en tu reino, me concedas reunirme con mi hermana. La que debe ser olvidada. La traidora, la hereje, la usurpadora. La que siempre me protegió y a la que yo no supe salvar de la muerte. Nefertiti. Mi hermana representaba todo lo que yo quería ser. De niña a menudo rezaba a los dioses suplicándoles que me moldearan a su imagen y semejanza y me bendijeran con su extraordinaria hermosura. Lo que nunca deseé fue compartir aquella extraña profecía que nos marcó para siempre: ambas llegaríamos a ser reinas. Esta es nuestra historia.
Luis Melgar (Madrid, 1980) es diplomático, actualmente el primer secretario de la embajada de España en China. Ha estado destinado también en Venezuela, Guinea Ecuatorial y Egipto. Ha sido subdirector general de Diplomacia Pública del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y profesor en el Instituto Universitario Ortega y Gasset y en la Universidad Pontificia de Comillas. Es autor de Los blancos estáis locos y La cigüeña vino de Miami, así como de numerosas obras de literatura infantil y juvenil, de enciclopedias temáticas y libros de consulta.
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