Desalojado el Pazo de Meirás –en un tiempo propiedad y domicilio de Emilia Pardo Bazán- por la autoridad competente por impago ilegal de los arrendatarios. La familia Franco no acepta la derrota al considerarse liquidado todo un proceso entre la derecha nostálgica militarmente y la democracia que tras cuarenta años logra consolidar libertades y evitar condenas que nunca olvidara la historia de España en su lucha legal frente al poder de la sinrazón. Son los rescoldos de la dictadura, ficción narrativa de una novela llena de grandeza, estilo. Un rosario de coraje, ofreciendo a modo de satisfacción personal a lectura y comentario de Los pazos de Ulloa. Magistral obra de la verdadera propietaria de tan histórica joya literaria y dramática. A medida que discurre van desfilando las cosas de este país, que son muchas. En el pulso de encontrar su libertad,la revolución, los derechos individuales, lograr la derrota de la tiranía, los abusivos privilegios del feudalismo que todo lo abarca y domina incluido el derecho a pernada del amo sobre la servidumbre femenina. Niños que vienen al mundo, hijos de un padre para los que solo tiene el placer de hombre sin valores mentales.
Los Pazos de Ulloa (1886), sin género de dudas, se puede considerar de novela ejemplar por la valentía con que son abordados los asuntos que trata y de su profundo conocimiento por parte de Emilia Pardo Bazán. Una mujer creadora protagonista, poeta, ensayista y crítica literaria, Intima del inolvidable Pérez Galdós, perteneció a una familia noble holgada en lo económico Asumió el realismo de su época para manejar el testimonio posible que recibiera su esmerada educación. Claro exponente del naturalismo en España, que refleja de forma muy palpitante las atrocidades de la vida cotidiana en el entorno rural gallego como podemos apreciar en esta obra que la llevó a consagrarse como una gran escritora.
Los protagonistas de esta tragedia están dibujados con un fino y crítico pincel literario de forma que la historia en nada adolece de aburrimiento. El protagonista Julián, joven sacerdote que llega a los Pazos de Ulloa, para poner orden en la vida disoluta y semisalvaje del marqués, Don Pedro. Primitivo es el mayordomo modelo histórico de aquellos tiempos, quien en verdad posee el ordeno y mando de todo, incluso prestar dinero a su amo. Y que resulta ser el fruto de la riqueza maltratada de tan enorme propiedad que administra con sutil astucia pueblerina de manga ancha para que hija mantenga relaciones íntimas relaciones con el marqués y traer al mundo a Perucho. Este es el panorama de tan buen cura don Julián. Quiere detener su imparable caída de un estado social en ruina que se mantiene solo con el despotismo del marqués cuya actividad consiste en la pasión de la cacería permanente y el derecho a satisfacer sus apetitos sexuales buscando un heredero para mantener aquello que ya pertenece a su decadencia histórica y social. Siendo ya imposible detener el tiempo portador de tan necesario cambio.
La madre naturaleza constituye, sin duda alguna, la obra más célebre de Emilia Pardo Bazán (1851-1921). Cuando el joven sacerdote don Julián se es designado para ocupar el puesto de capellán de ese pequeño imperio acrónico y degenerado en la hacienda de los Pazos de Ulloa, pronto percibe, comprende que es un mundo que no tiene razón de ser ni en lo social, lo político y lo religioso, mundo con el que se halla está lejos de aquella grandeza del pasado en mano de una señorial nobleza hereditaria incapaz, pese a la riqueza, poder por si misma mantenerse. Imperios infinitamente superiores se fueron produciendo en la historia, que serena y paciente va amontonando el desmoronamiento de un parasitismo que lo lleva a la ruina. Narración esplendida, magistral y dura historia que impacta por su fuerza en el lector que puede en ciertos espacios quedar sumamente impresionado. Casi sin habla ante la narración que saborea una filiación que se convierte en realidad social. Paradoja de la realidad vivida.
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