Edhasa y su colección Ensayo Histórico nos presenta otra obra fuera de serie, del profesor de Historia y Cultura clásica en la Universidad de Cornwell, Barry Strauss. La obra se circunscribe a la Roma Imperial, desde el Emperador César Augusto hasta Constantino I el Grande, 350 años que alumbraron diez emperadores destacados, y varios mediocres. A aquellos se les puede aplicar el axioma de “por sus obras los conoceréis”, son bastante disimiles, e inclusive antagónicos, pero la elección es perfecta. 1º) AUGUSTO: es el paradigma del Imperio, fue el enterrador de la República. Es un ser humana muy curioso, ya que su naturaleza era muy frágil. El azar marital conllevó que su padre se casase con una sobrina de Gayo Julio César, y de esta forma su hijo (Octaviano) tendría abiertas las puertas del poder en el SPQR. Sería su abuela Julia quien lo educaría. Todos los planes de su tío-abuelo se truncaron el 15 de marzo del año 44 a.C. cuando fue asesinado en el Senado. “Debes comportarte ahora como un hombre, ponderar prudentemente los pasos que has de dar y darlos ateniéndote a los giros de la fortuna y a las oportunidades que se presenten”. Destaca desde como exige el poder de Julio César, o su enfrentamiento con Marco Antonio y Cleopatra VII. En el año 39 a.C. conoce a su alter ego femenino, una mujer fuera de serie llamada Livia Drusila, pertenecía a la oligarquía, era hermosa e inteligente; por espacio de cincuenta y dos años estuvieron juntos: “Octaviano la quiso y apreció hasta el fin, y ella jamás tuvo rival en su corazón”. Cometió el error de crear un cuerpo policial, como fue la guardia pretoriana, que tendría tanto poder hasta para poner-quitar emperadores: “Livia, recuerda nuestro matrimonio…; adios”. Fue el inventor del concepto del primero de la ciudad o princeps. 2º) TIBERIO: El hijo adoptivo de Augusto deseaba el poder sin que se notase demasiado. “Tiberio era militar de profesión, así que es posible que añorara la sencillez de la vida castrense y el clima de franqueza y campechanía reinante en los campamentos”. Sus actuaciones más destacadas serían las relacionadas con la muerte de su sobrino Germánico, y sobre todo el complot de Lucio Elio Sejano, prefecto del pretorio: “Sejano era audaz, malvado y artero, y culpable de haber sacado lo peor de Tiberio. Fijó la frontera germánica entre el Rin y el Elba. Era un pragmático y carente de carisma. En la primera treintena del siglo I, moría crucificado Jesús de Nazaret. Tiberio no se enteró de nada, ya que estaba recluido en la isla de Capri. 3º) NERÓN. Tras la muerte de Tiberio, sube al poder un ser abyecto por antonomasia como Calígula, y luego su tío Claudio. El 18-19 de julio del 64 Roma sufre un pavoroso incendio: “…Él había subido a un escenario en su propia casa y había cantado la caída de Troya, comparando los males presentes con las catástrofes del pasado”. Desde el asesinato de su madre Agripina la Menor, sus espectáculos en el circo, sus viajes a Grecia, sus crímenes familiares, verbigracia a su esposa Popea Sabina de una patada. “Fue a un tiempo el emperador más culto y cruel que jamás haya conocido Roma”. 4º) VESPASIANO. “Era un hombre pausado, constante e imperturbable, estaba en todo a la misma altura que los grandes generales de los viejos tiempos, salvo por su avaricia”. Se casó con Flavia Domitila, educada como esclava, tuvo tres hijos: Tito, Domiciano y Flavia Domitila. Lo destacable es la revuelta de Judea, con decenas de prisioneros, entre ellos Flavio Josefo. 5º) TRAJANO. Es el más grande emperador de Roma, nacido en Itálica. Se dedicaría concentrar todo el poder en sus manos, pero con delicadeza y tacto. Plinio el Joven indica que: “Preservó la libertad de expresión de los romanos, admitiendo incluso que se le criticara”. Se le puede aplicar la frase, alusiva a los intereses de los romanos de: “Panem et Circenses”. Era un magnífico militar y un inmoderado bebedor. En la Dacia eliminó a millares de dacios, entre otros a su caudillo Decébalo, y prácticamente arrasó su lengua y su cultura. Sentó las bases del mayor período de paz y prosperidad para Roma. 6º) ADRIANO. Era sobrino-segundo de Trajano. Será apoyado por la emperatriz Plotina y el prefecto del pretorio Acilio Atianor. Una de sus características físicas era la barba, que denotaba su pasión por los griegos. “Ni con calor ni con frío; tanto bajo las nieves de Germania, como bajo el sol abrasador de Egipto, mantuvo siempre la cabeza descubierta”. Es el constructor del Muro de Adriano, en Britania. Era homosexual, y un ser humano de gran cultura, dominaba la arquitectura, las matemáticas y la ciencia militar. Su cenotafio es el actual Castillo de Sant’Angelo. 7º) MARCO AURELIO. Es el emperador filósofo. “Concibe sin cesar el mundo como un ser viviente único, que contiene una sola substancia y un alma única”. Escribió el libro de las Meditaciones. Predicaba con el ejemplo de la frugalidad. Su mayor defecto es la ira, le cuesta mucho controlar su fuerte temperamento. Combate la adulación y la falsedad. 8º) SEPTIMIO SEVERO. Es una paradoja, egocéntrico, tosco, grosero, y astuto. Era un emperador venido de los antañones territorios cartagineses, y él admiraba a ese pueblo y, sobre todo, a Aníbal Barca el Grande. Se casó con la inteligente y bellísima Julia Domna. “Fue el principal responsable de la decadencia y ruina del Imperio”. 9º) DiIOCLECIANO y 10º) CONSTANTINO EL GRANDE, son dos emperadores de una enorme fuerza. El crudelísimo Diocleciano hasta dimitió motu proprio, y Constantino enalteció el cristianismo hasta ser religión oficial. En suma, soberbia obra. “Corcillum est quod homines facit, cetera quisquilia omnia”. Puedes comprar el libro en:
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