En esta ocasión han sido 68 las obras inéditas las presentadas, en un año que la comisión evaluadora de las novelas lo ha tenido más complicado, pues no se han podido reunir de manera presencial, pero gracias a las nuevas tecnologías han podido mantener encuentros en los que han defendido, cada uno de los veintitrés miembros de la comisión—formada por escritores, profesores o lingüistas, entre otras muchas profesiones— los detalles, matices o emociones que han provocado cada uno de los trabajos presentados al premio, “una labor menos vistosa, como apunta Claudia Lozano—miembro de la comisión lectora –pero cargada de responsabilidad, pues en nuestras manos se depositan las esperanzas e ilusiones de muchos autores noveles”. A la comisión lectora, ha continuado Lozano, le corresponde la difícil tarea de decidir qué tres obras pasan a la final del Premio de Novela Histórica, aunque la decisión final la tiene el jurado profesional compuesto por los escritores Jesús Maeso de la Torre, Salvador Compán, Pedro Santamaría, el periodista David Yagüe y el editor de Pàmies, Carlos Alonso. “En esta edición las tres novelas finalistas han sido: “El secreto de la Alhambra”, de Edelmira Añó Añó; “Fe labrada en piedra”, de Aurelio González González; y “El custodio de los libros”, de Rodrigo Costoya, que finalmente se ha alzado con el premio—consistente en la publicación por Pàmies de la novela y una cuantía en metálico de 10.000 euros—, y que hoy tengo, ha añadido Claudia Lozano, el honor de entregarle a su autor el título que lo que acredita como ganador”. Tras recibir el premio Rodrigo Costoya ha indicado que ni él ni su equipo —formado por su hermana y representante— “no contábamos con ganar, dado que es un premio de referencia. Se trata de un evento con mayúscula, por todo lo que le rodea: recreaciones históricas, ubicaciones, organización e instituciones que lo apoyan y están implicadas. Por todo ello era un sueño el solo hecho de presentarnos. Además ha subrayado Costoya “es una cita con una gran repercusión, pues escribimos para el gran público y es una lucha contra los elementos como don Quijote contra los molinos, es gritar en el desierto, pero ver tu libro en las grandes superficie es un sueño y de eso va mi libro de sueños”. “El custodio de los libros” es una historia apasionante, los pocos lectores que lo han leído, ha señalado su autor, me indican que es apasionante pues no son capaces de parar de leer, te atrapa. El público podrá observar que me gusta rascar en la superficie para comprobar si la verdad que nos ha llegado tiene fisuras e intentar descubrir o esclarecer las dudas que nos han plantado, en definitiva ver qué hay una verdad detrás, a veces más apasionante que la oficial y ese es su punto fuerte de esta novela, además de hablar de las personas, de nuestros sueños, de la vida y sobre todo de libros”. El Certamen de Novela Histórica sale cada año adelante gracias a las instituciones públicas y privadas que apuestan por él, como son el Ayuntamiento de Úbeda, Diputación de Jaén, Centro Asociado de la UNED en Jaén “Andrés de Vandelvira”, Fundación Caja Rural de Jaén, Grupo Avanza, Gráficas La Paz, Software del Sol y Ediciones Pámies. Algunos de estos patrocinadores han estado presentes en la entrega del Premio de Novela Histórica “Ciudad de Úbeda”. Así en representación del Ayuntamiento de Úbeda ha estado la edil de Cultura, Elena Rodríguez quien ha afirmado “es orgullo formar parte de este certamen, y poder estar presente en uno de los momentos más importantes, la entrega del premio, que es una plataforma para el fomento de la creatividad”. Por su parte el diputado de Promoción y Turismo, Francisco Lozano ha señalado que la Diputación se suma a este certamen que se lleva a cabo en una ciudad patrimonial, como es Úbeda, que continúa con su agenda cultural, a pesar de las dificultades y cumpliendo los protocolos. No ha querido Lozano dejar pasar la ocasión de ensalzar la labor del certamen en el fomento de la creación literaria y promocional de las obras presentadas y el fomento de la lectura distintas actividades como los encuentros con alumnos de centros educativos de toda la provincia. El gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García Lomas ha felicitado a la organización por apostar por el certamen, a pesar de las limitaciones, mostrando una vez más que la cultura es segura y que no hay que tener miedo. Por nuestra parte, ha adelantado García Lomas, “seguiremos apostando por la cultura y por las personas que trabajan y crean cultura”. El director del Centro Asociado de la UNED, Andrés Medina ha ensalzado la resiliencia de las asociaciones culturales e instituciones, que apuestan por actos culturales de este nivel, a pesar de las circunstancia y es que como ha subrayado “la rueda de la vida no se puede parar porque si se para difícilmente volveríamos a andar”. Por su parte Juan Antonio Mallenco, de Software del Sol ha manifestado, “apostamos por este proyecto y por el valor de la organización para echar andar este sueño y no solo en esta cita sino en las demás que organiza Cero Culture, con un gran éxito, cumpliendo siempre con la normativa vigente, y hoy reiteramos una vez más nuestro compromiso y seguiremos luchando para que no se cierren puertas ni espacios a la cultura. Finalizada la entrega del premio, el escritor gallego, aunque nacido en Torrelavega, mantuvo una chispeante e interesante conversación con el periodista cultural y escritor Javier Velasco Oliaga en la que hablaron tanto de la novela, como del invento de la imprenta y del Camino de Santiago. Costoya sorprendió al público asistente en el auditorio del Hospital de Santiago de la teoría, más que solvente, de que Cristóbal Colón era en realidad gallego. El autor dedicó su primera novela a demostrarlo y en la segunda también habla sobre esta teoría que tiene visos de verosimilitud. Puedes comprar el libro en:
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