Las razones del porqué son once los elegidos por José Luis Morante en “11 aforistas a contrapié”, publicado por Ediciones Liliputienses, y no una nómina más amplia, en un género que cada vez pareciera expandirse más y su presencia en las estanterías de las librerías así lo corrobora, son indescifrables para mí y no entraré en tales elucubraciones.
Hay algunas cosas que me subyugan en muchos de los escritores que leo -no importa el género- y que podría condensar en las siguientes: La tenencia de un criterio propio en lo que se garabatea y hace público; la no alineación con corrientes de uno y otro signo; la libertad para elegir lo que entiende oportuno que es reseñable, pese a la retranca de los excluidos que pueden tomarlo como una afrenta; y, por encima de todo eso, el compromiso ético y estético con su obra y con la sociedad en la que vive, ríe, sufre y muere.
Todas esas premisas las cumple José Luis Morante en “11 aforistas a contrapié” y en todos y cada uno de sus textos publicados, que ya conforman una ringlera considerable, en la que no me entretendré porque para eso está Internet si lo desean.
El aforismo, a pesar de su brevedad, o quizás por ella, es un género dado a lo multidisciplinar; de ahí su riqueza y su diversidad, aún dentro del ostracismo que cada escritor, y posteriormente como es sabido cada lector, pueda darle a lo que interpreta, sugiere, afirma o concluye. Lo que es cierto, es que siempre nos encadena a un pensamiento analítico, experiencial, sociológico, poético, filosófico o ensayístico, y, por tanto, crítico. “Agua adaptada al molde” al decir de José Luis Morante.
El libro comienza con un pequeño ensayo de José Luis Morante denominado “El arte de eludir”, seguido de la biografía de cada uno de los escritores contenidos en el texto -con una selección de aforismos de los mismos-, y finaliza con una curiosa “Nota final” donde explica las causas del nacimiento y la elaboración del texto, en estos tiempos tristes de pandemia, y que principia de esta manera, aludiendo, cómo no, al maestro Monterroso: “Como dinosaurio inadvertido, una amanecida la perplejidad estaba ahí. Un misterioso virus confinó en casa miedos e incertidumbres y despobló aceras con efectividad arbitraria. En tantas horas de confinamiento pulió moldes la antología ’11 aforistas a contrapié’ con la fuerza de una invitación al regreso (…).”
Los reseñados son Luis Felipe Comendador, Karmelo C. Iribarren, Elías Moro, Mario Pérez Antolín, Félix Trull, Ana Pérez Cañamares, José María Cumbreño, Luis Arturo Guichard, José Antonio Olmedo López-Amor, Rosario Troncoso y Sihara Nuño.
Disfruten del texto.
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